lunes, 26 de agosto de 2024

LIGA 2ªDiv. 2024/25 JORNADA Nº2 (26.8.2024)

LIGA 2ªDiv. 2024/25 JORNADA Nº2 (26.8.2024)

PARTIDO OFICIAL Nº 3656

 CARTAGENA 1-2 REAL ZARAGOZA 

1-0, min. 14: Cedric

1-1, min. 81: Pau Sans

1-2, min. 97: Francho

Ficha técnica

FC Cartagena: Cuñat; Aguirregabiria, Sipcic, Kiko Olivas, Ríos Reina (Pocho Román, 85); Musto, Guerrero (Escriche, 72), Andy; Jairo (Vukcevic, 72), Cedric (Luis Muñoz, 64); y Gastón (Ortuño, 85).

Real Zaragoza: Poussin; Calero, Lluís López, Vital, Tasende; Keidi Bare (Francho, 73), Aguado (Moya, 73); Bermejo (P. Sans, 67), Liso; Soberón (Azón, 67) y Bazdar (Luna, 87).

Árbitro: Cid Camacho (Comité Castellano-leonés). Amonestó a Lluís López (45+4), Keidi Bare (51), Guerrero (59) Aguirregabiria (79) y Musto (97). Expulsó al entrenador local, Abelardo (97).

Goles: 1-0, min. 14: Cedric. 1-1, min. 81: Pau Sans. 1-2, min. 97: Francho

Incidencias: Tarde muy calurosa, con 30 grados al inicio del partido (19.00) y una alta humedad relativa, que dio sensación de agobio y sudor permanente. El césped, irregular, mal en la banda de banquillos, con calvas y baches. En las gradas hubo alrededor de 8.500 espectadores, 300 de ellos zaragocistas.

Cartagena 1-2 Real Zaragoza

41.3 % Posesión 58.7 %
3 remates dentro 7
3 disparos bloqueados 3
3 remates fuera 6
16 disparos recibidos 9
3 tarjetas amarillas 2
0 tarjetas rojas 0
13 faltas recibidas 9
9 faltas cometidas 13
151 perdidas de posesión 130
50 recuperaciones de posesión 53
1 fueras de juego 2
xxxxxx

El Real Zaragoza remonta al final un partido que empezó torcido y en el que pudo golear al Cartagena

Pau Sans y Francho, en los minutos 81 y 97, voltearon el tanto inicial de Cedric para el Cartagena, que fue superior hasta el descanso. Después, Azón (dos veces) Bazdar y el propio Sans fallaron sendos mano a mano.

Impresionante triunfo del Real Zaragoza en Cartagena, por 1-2, en un partido que los aragoneses perdían a falta de 9 minutos y que remontaron en una vibrante recta final gracias a los jugadores entrados desde el banquillo. Una victoria de las que surgen infinidad de inputs positivos para un equipo aspirante a lo mejor.

Mala, deficiente, fue la primera parte. Empezaron con dudas, torpes con la pelota, y así siguieron hasta el descanso. Con el agravante de que antes del cuarto de hora ya estaban por detrás en el marcador. La defensa fue un flan, con un agujero en la izquierda donde Tasende y las ayudas de Vital resultaron fáciles de rebasar para un Cartagena mucho más ordenado, intenso y ágil, tanto con la la pelota como sin ella.

A los 8 minutos de juego, los locales ya habían desperdiciado tres oportunidades claras de gol. Todo un síntoma revelador. Sipcic, en una falta lateral peinada por Jairo en el 4, no llegó a rematar a bocajarro ante la pasividad de Poussin y los centrales. Cedric, en el 6, no alcanzó por centímetros a empujar a puerta vacía un pase raso de Gastón, que se había ido de Tasende en el lateral del área con suma facilidad. Se le adelantó ‘in extremis’ Calero, salvando un tanto seguro bajo palos. Y en el 8, Guerrero remató fuera, sin portero pues Poussin estaba fuera de órbita tras un rechace forzado a tiro previo de Gastón, que esta vez había sentado a Vital.

Ahí ya olió a chamusquina, aunque entremedias Soberón fallase la ocasión más clara de los zaragocistas antes del intermedio, en el 5, tras un pase de Liso al área que, tras controlar, echó fuera por poco el cántabro. Fue esta acción un espejismo. Recordó lo bueno de Cádiz… pero no hubo más de este género. El Real Zaragoza se cayó de bruces a la lona con el 1-0, logrado de cabeza por Cedric en el segundo palo tras un centro de Jairo en el minuto 14. Este había bailado a Tasende en la banda hasta tres veces en la misma incursión. Lluís López ni saltó ante Cedric. Y Poussin no mandó en el área pequeña, como es mandato de los porteros desde la invención de este deporte. Un desastre de acción colectiva ahí atrás. Una verbena.

En ningún momento reaccionó con convicción el equipo aragonés. No supo como salir de la presión del Cartagena, que empezaba arriba del todo. Keidi Bare y Aguado fueron superados por Musto, Guerrero (hizo honor a su apellido) y Andy. Era un 3 para 2 demoledor en la línea medular. Bermejo bajó al rato a tratar de ayudar, pero no es lo suyo bregar y arrimarse. No sirvió. En punta, Bazdar fue un náufrago y Soberón no encontró balones potables. Solo Liso trató de buscar el área, sin éxito por falta de inspiración y de ayudas. En una de sus aisladas penetraciones, Bermejo acabó lanzando… al córner en una posición que merecía más, en el minuto 19. Y nada más hubo de importancia hasta el descanso.

El Zaragoza pidió penalti por una mano de Sipcic en un pase interior de Soberón y ya en tiempo de aumento, una falta al borde del área que pateó el cartagenero Guerrero fue rechazada en una de esas paradas raras que hace Poussin, dejando el balón muerto pero sin hallar rematador después, afortunadamente para los tomates (de rojo vistió el equipo zaragocista). Fue una castaña de primera mitad de los de Víctor Fernández. Sin rapidez en las combinaciones, espesura global y un pésimo inicio en el sistema defensivo. Un aviso serio para navegantes. Todo discurrió en las antípodas de Cádiz.

Pese a este diagnóstico evidente, Víctor no movió fichas en el inicio del segundo periodo. Liso disparó el primero a puerta, en el 49, cruzado y fuera, tras un pase largo de Calero. Antes, Bazdar había desaprovechado un balón muerto, dando un pase absurdo a Bermejo cuando lo suyo era rematar a gol. No se sabe bien su fue generosidad o miedo. El tiempo dirá. Por cierto, Víctor le tendrá que explicar a Bare que no puede salir a tarjeta por partido. Necesita un dardo sedante el albanés en muchas acciones que parecen gratuitas.

En el minuto 53 el Real Zaragoza dio señales de vida. Bazdar desperdició el 1-1, mano a mano tras pase al hueco de Bare, rematando raso y encontrándose con el pie abierto de Cuñat. Paradón del portero local. Ocasiones así no se deben fallar. El Cartagena dio varios pasos atrás con nitidez, especulando con su ventaja. Abelardo retiró a su goleador y metió cemento con Luis Muñoz. El Zaragoza tenía la posesión, pero sin clarividencia en el área. Así que Fernández hizo un doble cambio y metió a Azón y Pau Sans. Bermejo y Soberón se fueron a la ducha a falta de 23 minutos. Hacía falta veneno, llegada. Todo parecía poco. Y ahí encontró la fórmula ganadora, en el 67.

En el 69, Bazdar erró otra ocasión tras un pase de Azón en la frontal. Muy forzado, chutó flojo a las manos de Cuñat. Fue otro arreón puntual del equipo. Era necesario ser más persistentes para encontrar el empate. En frente, el cuadro murciano introdujo savia fresca con Escriche y Vukcevic, pues le era imposible pisar el área de Poussin una sola vez. Víctor reaccionó de inmediato y mutó el doble pivote: Francho y Moya relevaron a los espesos Bare y Aguado. Radical movimiento. Se estaba acabando el duelo y no se atisbaba la reacción indispensable para no salir derrotados de este irregular partido.

En el 77 Azón echó a perder otra jugada nítida para el 1-1. Solo ante el portero tras pase de Bazdar, remató contra su cuerpo. Y el rechace le cayó a Moya, cuyo disparo lo sacó a córner bajo palos Sipcic. Una pena. Ahí ya merecía el Real Zaragoza al menos ese punto ante un Cartagena encerrado atrás todo el tiempo. Mucho más cuando en el 80, el propio Azón se fue solo ante el guardameta y volvió a rematar contra el pecho de este. El asedio era ya serio. Menos mal que Pau Sans puso orden al asunto con un gol providencial en el 81, en un toque con la derecha en el primer palo a centro de Calero que superó, por fin, al salvador Cuñat. Se iba a perder un partido de modo inmerecido y así, al menos, se endulzó el paladar. Y fue una pena que el mismo Sans, tras plantarse de nuevo ante Cuñat y regatearlo, no lograse empujar el balón a la red en el 92. Parecía escaparse el triunfo. Daba mucha rabia.

Pero no fue así. Este Zaragoza es mucho Zaragoza aún en obras. Francho, otro suplente mágico, hizo el gol del éxito monumental en el minuto 97, fuera de tiempo. Un derechazo raso tras una jugada de Liso y Azón, dio la gloria a él y al equipo. Maravilloso final. Excelente multiplicado por mil.

 

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