LIGA 2ªDiv. 2024/25 JORNADA Nº9 (11.10.2024)
PARTIDO OFICIAL Nº 3663
TENERIFE 2-3 REAL ZARAGOZA
1-0, min. 11: Aarón
2-0, min. 49: David Rodríguez
2-1, min. 73: Bazdar
2-2, min. 78: Azón
2-3, min. 87: Badzar.
Ficha Técnica
CD Tenerife: Salvi; Mellot, Gayá, León, Medrano (Rubén Alves, 76); Sergio González; Luismi Cruz (Waldo Rubio, 71), Diarra, Dani Fernández (David Rodríguez, 46), Aarón (Maikel Mesa, 82); y Ángel (Gallego, 46).
Real Zaragoza: Poussin; Calero, Lluís López, Vital, Tasende; Keidi Bare (Moya, 59), Aguado (Pau Sans, 46); Aketxe (Francho, 94), Soberón (Azón, 46), Adu Ares (Liso, 59); y Bazdar.
Árbitro: Lax Franco (Comité Murciano). Expulsó a Sergio González (24) por juego violento sobre Aketxe. Amonestó a León (36), Tasende (49), Adu Ares (59), David Rodríguez (69), Vital (74) y Waldo Rubio (96).
Goles: 1-0, min. 11: Aarón. 2-0, min. 49: David Rodríguez. 2-1, min. 73: Bazdar. 2-2, min. 78: Azón. 2-3, min. 87: Badzar.
Incidencias: Tarde calurosa, con 26 grados al inicio del partido (20.30 hora peninsular), en un día nuboso con un alto índice de humedad (el 79%), que provocó una sensación pegajosa. El césped estuvo muy irregular, con zonas de baches y calvas en la hierba. El Real Zaragoza vistió de avispa, amarillo y negro. En las gradas hubo alrededor de 15.000 espectadores. Hizo el saque de honor el exjugador de baloncesto Sergio Rodríguez.
32.4 % Posesión 67.6 %
2 remates dentro 11
4 disparos bloqueados 6
3 remates fuera 4
21 disparos recibidos 9
4 tarjetas amarillas 3
1 tarjetas rojas 0
13 faltas recibidas 15
15 faltas cometidas 13
122 perdidas de posesión 144
43 recuperaciones de posesión 42
0 fueras de juego 5
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El Real Zaragoza remonta un 2-0 adverso en los últimos 20 minutos y arregla una noche difícil (2-3)
Dos goles tempraneros, uno al inicio de cada parte por parte del Tenerife, casi tumbaron a un desnortado equipo aragonés. Solo en los últimos 20 minutos cuajó la reacción y Bazdar (2 veces) y Azón dieron la vuelta al marcador ‘in extremis’.
Al Real Zaragoza le van las fuertes emociones. Esta noche de víspera del Pilar ganó 2-3 en Tenerife, al colista de la liga que jugó en inferioridad 70 minutos, después de ir perdiendo 2-0 a falta de 17 minutos y dar la sensación de que se venía otro batacazo. Lo del Heliodoro fue un catálogo de imprecisiones y anomalías que, al contrario que el día del Racing, acabó felizmente.
El primer tiempo del Real Zaragoza fue un drama, por momentos un caos. Ni supo jugar contra once, del minuto 1 hasta el 24, ni frente a diez rivales, del 24 al 50 (eso duró), tras la expulsión justa de Sergio González por juego violento sobre Aketxe. De entrada, no se puede salir a los partidos dormidos. Sin activar. Mirando al tendido. Y después, la capacidad de reacción de los futbolistas se demuestra cuando las cuestiones del fútbol se tornar favorables. En el Heliodoro, el retocado Zaragoza de Víctor, con cuatro caras nuevas respecto de la última derrota ante el Racing de Santander en casa (Lluís López, Aguado, Keidi Bare y Adu Ares), no supo entender lo que debía hacer nunca en una primera mitad que debió gobernar más y mejor.
Ya en el minuto 2, en la primera acción del duelo, una falta lateral centrada desde la banda de banquillos la remató León al poste derecho de un petrificado Poussin. La fortuna estuvo con los aragoneses, pues la pelota volvió al campo como pudo ir dentro, pues dio en la parte interna del palo. No se dieron por aludidos los despistados muchachos avispas, que concedieron en la siguiente llegada canaria el tanto que abrió la lata. Lo marcó un juvenil de 17 años, debutante, Aarón, medio centro menudito. En el minuto 11 recibió solo en el área. Lo fijó en la marca Aguado, con desdén, dándole metro y medio y pensando que podía sujetarlo con la mirada. Eso, en el fútbol, es un suicido. Colectivo, además. Aarón controló, bailó de cintura al zaragocista y colocó la pelota a media altura al palo cercano. Poussin, lento de reacción, se la comió porque la distancia del trallazo era muy próxima. Para hacérselo mirar los protagonistas.
Tuvo el Real Zaragoza antes una primera llegada, con disparo de Tasende (más extremo que lateral) en el minuto 7 que Salvi (portero del Tarazona el año pasado) echó a córner con apuros por raso. A la salida del saque de esquina, Soberón taconeó el centro de Aketxe, fuera por un metro. Ya después del tanto de Aarón, Bazdar (una máquina de perder balones por exceso de lujos largo rato) falló el 1-1 en una cesión atrás de Dani Fernandez a su portero, temeraria, que donó el tanto al serbio… pero remató al cuerpo del guardameta. No se pueden perdonar estas cosas. Han de penalizar al que falla, como le sucede siempre al Real Zaragoza. Matiz importante este.
Los chicharreros solo tuvieron vida futbolística hasta la roja directa a su pivote único, Sergio González, que le metió los tacos en la cara al citado Aketxe en una acción desmesurada en el minuto 24. Bien el árbitro. Quedaban 21 al menos para el descanso y, entre la histeria de la caliente afición insular, que protestó hasta que se hiciera de noche o que los zaragocistas respiraran, el equipo de Víctor Fernández no supo cómo buscarle las cosquillas a los locales. Fue un canto constante a la impotencia. Pases laterales, apoyos atrás, pero pocos desbordes (Ares no se fue nunca, Aketxe entró por dentro siempre y las bandas fueron para los laterales, Calero y Tasende) y escasos remates de veras.
En el 36 hubo un gol anulado a Keidi Bare, que remató un pase de Bazdar, pero el balcánico partió en fuera de juego claro. Y las otras dos opciones para el 1-1 llegaron en el aumento. Primero, Bazdar se fue en el área con algo de fortuna y remató flojísimo a las manos de Salvi. Y después, otra jugada polémica en la que un acongojado Lax Franco no se atrevió a pitar penalti sobre Keidi Bare por un manotazo en la cara de Gayá. Era dentro y roja. Lo sacó fuera (pitó falta) y solo mostró amarilla al central local. Aquí se hundió el caché del juez del partido. Miedoso. Aketxe tiró mal la falta, alta. Y a la caseta todos.
En el intermedio, Víctor echó al equipo arriba y buscó cosas con dos sustituciones. Azón entró por un apagado (y lesionado) Soberón y Pau Sans relevó al desvanecido Aguado. En frente, Mel movió dos fichas también. Cambió el ‘9’, Gallego por Ángel, y metió a David Rodríguez por Dani Fernández. En contra de lo previsto, fue el Tenerife en inferioridad el que mejor volvió a salir de la caseta. Este Zaragoza pareció una panda de colegas pusilánimes que salen por salir, por dar una vuelta y volver a casa. Terrible.
Y en el minuto 4 de la reanudación ya estaba el 2-0 en el marcador. El cuadro canario, en inferioridad, tuvo más sangre que los aurinegros. El recién entrado David Rodriguez, fusiló a quemarropa a Poussin tras un error en el despeje de Calero. Del drama se pasó a la tragedia. No había por dónde entender este torcido partido que era ya una cuesta arriba, un puerto fuera de categoría.
Al cuarto de hora, Víctor introdujo a Liso y Moya en vez de Ares y Bare. Un minuto antes, Azón había fallado el enésimo gol suyo de este curso, en un mano a mano favorable que estrelló sobre las piernas de Salvi, en su salida desesperada. En lo sucesivo, el dominio fue del Zaragoza por completo. Era lo natural. Pero todo fue muy alborotado. Faltaban los últimos pases, los remates. O sea, lo crucial. Tuvo que surgir Pau Sans, el chaval, para en el 73 inventarse un eslalon, rematar raso y, el rechace de Salvi, ser remachado a gol a puerta vacía por Bazdar, en versión oportunista. Faltaban 17 minutos y el aumento, y el 2-1 abría la puerta a la esperanza.
La opción tomó cuerpo en cinco minutos. Un córner de Aketxe lo cabeceó por arriba Azón y superó a Salvi. Era en 78 y aún cabía arreglar el desaguisado ‘in extremis’. Y se hizo. Antes del 2-3, Aketxe probó desde lejos a Salvi, cuyo rechace apurado lo remató fuera Vital por muy poco en el 81. Y la explosión de alegría surgió en el 87, cuando Badzar hizo doblete, al aprovechar un pase en el área de Lluís López, metido a delantero. Aun pudo sumar el serbio el tercer en su cuenta, el que hubiera sido el 2-4 en tiempo de aumento. Pero le pitaron fuera de juego, se supone que milimétrico vista la televisión.
El final del duelo trajo la satisfacción, los gestos de gran alivio de los zaragocistas, que estuvieron muy cerca de embocar una sensación de crisis que se venía barruntando por mimetismo con años anteriores y que, así, queda disuelta de raíz. El Real Zaragoza se echó a dormir en la isla 2º clasificado. Arriba del todo, como desde el inicio de la liga. Se regateó un sapo gigante que se venía encima de los de Víctor Fernández.