LIGA 2ªDiv. 2024/25 JORNADA
Nº1 (16.8.2024)
PARTIDO OFICIAL Nº 3655
CADIZ CF 0-4 REAL ZARAGOZA
0-1,
min. 13: Soberón.
0-2,
min. 43: Soberón.
0-3,
min. 83: Aketxe.
0-4,
min. 90: Luna.
Ficha
técnica
Cádiz
CF: Caro; Isaac, Fali, Chust (Glauder, 46), Matos (Zaldúa, 46); Álex
Fernández, Diakité (Alcaraz, 46); Alejo (Ocampo, 59), Chris Ramos, Sobrino
(Eyong, 87); y Roger.
Real
Zaragoza: Femenías (Poussin, 56); Calero, Lluís López, Vital (Jair, 63),
Tasende; Aguado, Keidi Bare; Bermejo (Luna, 80), Soberón (Aketxe, 63), Liso; y
Bazdar (Azón, 80).
Árbitro: Arcediano
Monescillo (Castellano-manchego). Amonestó a Sobrino (8), Vital (35), Fali
(45), Keidi Bare (64)
Goles:
0-1, min. 13: Soberón. 0-2, min. 43: Soberón. 0-3, min. 83: Aketxe. 0-4, min.
90: Luna.
Incidencias: Noche
muy calurosa en Cádiz, con 32 grados y una alta humedad relativa del aire, de
más del 60% al inicio del partido (21.30), que generó sensación de agobio. El
césped presentó un estado irregular, con algunas calvas y si arraigar. En las
gradas hubo alrededor de 15.500 espectadores, entre ellos más de dos centenares
de zaragocistas. Hubo pausas de hidratación en los minutos 30 y 75.
Cadiz CF 0-4 Real Zaragoza
61 % Posesión 39 %
3 remates dentro 8
3 disparos bloqueados 0
6 remates fuera 3
11 disparos recibidos 12
3 tarjetas amarillas 2
0 tarjetas rojas 0
18 faltas recibidas 14
14 faltas cometidas 18
136 perdidas de posesión 112
37 recuperaciones de posesión 42
3 fueras de juego 1
xxxxxx
El Real Zaragoza empieza su sueño de forma excelente con una goleada en Cádiz
El equipo de Víctor Fernández, aún en obras, tumbó a los andaluces por
0-4 con doblete de Soberón y tantos de Aketxe y Luna. La victoria pudo ser de
escándalo tras un primer tiempo sobresaliente.
El sueño
del ascenso a Primera, objetivo del Real Zaragoza este 12º año en Segunda, comenzó
este 16 de agosto de manera inmejorable. Una goleada de órdago a la grande por
0-4 en Cádiz que supone un puñetazo en la mesa de la categoría que sugiere un
gran año.
Sobresaliente.
Excelente. Magnífica primera parte la puesta en escena por el nuevo equipo a
que está armando Víctor Fernández y que aún está en obras. Fue el único
equipo que existió sobre el irregular césped del viejo Carranza, anulando por
completo a un rival que viene de Primera División y que fue abroncado por los
suyos paso a paso al ver cómo claudicaban ante un Zaragoza soberbio. Hacía
mucho tiempo que no disfrutaba el zaragocismo de un juego tan versátil, alegre,
profundo y rentable.
El primer
periodo acabó 0-2, con uno de los siete nuevos fichajes que Víctor metió de
inicio, Soberón, cogiendo la bandera goleadora que tanto se añora por
estos lares con un doblete sensacional. Pero fue una primera mitad de 0-5 o
0-6. No puede entenderse esto como una exageración. El único pero que se puede
poner a los de Fernández fue que indultaron a los amarillos de un palizón
histórico en este tramo inicial. Liso falló dos claros. Bazdar (que fue
titular y no Azón, todo un síntoma a leer ya mismo), erró por dos veces
consecutivas una misma jugada de gol en el área pequeña. Y a Soberón, el
caliente y provocador capitán Fali le sacó uno que ya entraba sobre la misma
línea. Basta contar para que saltan las opciones cristalinas de gol que se
fueron al limbo por muy poco.
Esta
reseña ya define lo que fue este 50 por ciento del partido. Abrumador ante
un Cádiz que solo pisó el área de un seguro Femenías tres veces con algo de
intención, alborotado. Nada. Liso pudo adelantar al Zaragoza en el minuto
1, pero se precipitó y chutó solo, cruzado, ante Caro. En el 13, Soberón empezó
el jamón de la temporada. Tras un pase de Bazdar, en una buena protección de la
pelota de espaldas del serbio lejos del área, avanzó y lanzó un derechazo duro,
por alto, que Caro se tragó pese a tocar. Con el Cádiz grogui, Bazdar en el 16
remató sobre Caro un pase de Bermejo en el área, el rechace le volvió y repitió
remate fallido contra el portero local. En la jugada siguiente, Soberón encaró
a Caro, lo regateó, y remató raso, suave, a puerta vacía… pero estaba Fali para
evitar el tanto cantado. En un cuarto de hora, el marcador pudo estar 0-4.
Tranquilamente. El público local se encendió y pidió la dimisión de su
directiva. Aguas revueltas por la Tacita de Plata.
El
mando del Zaragoza siguió en aumento. Keidi Bare, un pivote con categoría
y oficio. Aguado, ágil y más rápido que nunca. Los laterales, cohetes por sus
bandas. Liso siempre a cien por hora. Bazdar, interesante lejos del área. Y
Soberón, el mejor de la pretemporada, confirmó lo olfateado. Hay jugador
con hambre y cualidades en él. Bermejo, lo sabido, empezar y no acabar. Y
atrás, los centrales, con apuros por arriba Lluís López y la novedad del luso
Vital, apurado, sin engrase. El juego mecanizado y profundo del cuadro tomate
trajo otra clara opción de gol que marró Liso, mano a mano ante Caro otra vez.
Chutó raso y el guardameta salvó el segundo con el pie en el minuto 27. Era una
pena ir ganando solo por la mínima.
Tras
la pausa de hidratación llegó el 0-2. Un balón centrado al área por
Tasende, lo volvió en el otro lado de primeras Calero y, entrando como un
obús en carrera al área chica, Soberón la empujó a la red con la zurda. Era el
minuto 43 y ese tanteo ya era más acorde a lo visto. El intermedio llegó entre
el regocijo visual de los zaragocistas y el incendio cadista. Todo lógico según
lo apreciado.
Paco
López, el técnico local, reaccionó a la desesperada en la caseta. Triple
cambio para tratar de sacar del colapso al Cádiz. Metió a Alcaraz, que venía de
lesión. Y varió la defensa, con Zaldúa y Glauder. Los puntas zaragocistas
habían sacado los colores a los titulares, era evidente. Víctor no movió nada.
No era preciso, claro. El juego se reanudó con los locales rascando, con la
consigna de entrar con todo en los balones divididos. Los zaragocistas debieron
empezar a saltar más de la cuenta para evitar golpes. Superados en todo, los
andaluces querían dejar sobre la hierba al menos eso que se conoce como
bemoles.
En el
minuto 52, Femenías cayó al suelo con algún problema tras un saque. Buenos
saques los suyos, con carrera corta. Víctor no juega a salir jugando desde
atrás. Ha vuelto al viejo fútbol de golpeo largo y continuidad en la medular.
Asunto mayor este en lo táctico. Riesgos cero atrás. Y responsabilidad para la
línea media y los puntas. Como siempre fue. Los defensas, a defender. Trató
de seguir el balear pero no pudo. Un inconveniente serio. Poussin tuvo que
volver a jugar. De defenestrado, a iniciar la liga bajo palos. Todo un reto…
para todos. En el campo y en los despachos.
Un
doble movimiento
El
fútbol bajó de ritmo. El Zaragoza jugó más a especular. Le gustaba el 0-2.
Y el Cádiz quiso, pero no pudo. Las broncas de su público no le ayudaron a
revivir. Mucho patadón, nula combinación en los amarillos, lo que alivió las
labores de contención de los de Víctor. Hasta el minuto 59 no se pudo anotar un
disparo del Cádiz en todo el partido. Fue una falta desde 25 metros de Alcaraz,
que salió fuera a media altura por poco. Solo a balón parado parecía poder
sufrir la zaga aragonesa. López metió en el campo a Brian Ocampo a falta de
media hora y con un par de jugadas veloces devolvió al graderío al apoyo a los
suyos. Ese revulsivo lo capeó Víctor con un doble movimiento: Aketxe y Jair
suplieron a un agotado Soberón y al amonestado debutante Vital.
El
Cádiz, por coraje, metió atrás a los zaragocistas. El exblanquillo Isaac casi
marcó en un disparo raso en el área que rechazó Poussin a córner en una buena
acción en el 67. Y en la jugada consiguiente, Chris Ramos erró la mejor
oportunidad local hasta ese instante, de cabeza, solo en el segundo palo, alto.
Se llegó a los últimos 20 minutos con ciertos apuros, por primera vez en todo
el duelo. Ahí todos se acordaban el 0-5 o 0-6 que debió ser la primera parte.
Insisto, sin pecar de exagerado. El uruguayo Ocampo fue un demonio. Provocó
otra falta al borde del área en el 75 que lanzó Alcaraz y paró en dos veces, de
forma rara, Poussin. Se olía el tanto local. Y arriba, el Zaragoza había
desaparecido todo el segundo tiempo. Bazdar era una isla.
A
falta de 10 minutos, Víctor puso a Azón arriba y a Luna como extremo para
ayudar a Calero atrás con Isaac y Ocampo. Hubo que someterse a lo que pedía el
rival. Otro mundo, el segundo tiempo. Siempre con el aval mágico del 0-2
favorable. Ojalá haya muchos días así. Y sobre todo, por cómo acabó la
película. Porque en la primera llegada al área cadista tras el
descanso, en el 83, Aketxe se estrenó como goleador, por raso, tras
un control perfecto a pase de Keidi Bare en una contra con Luna. Todo perfecto.
A lo grande. Un puntillazo de categoría en un escenario de tronío en esta
Segunda tan anómala. La afición gaditana gritó olé, olé, olé a los últimos
pases del Zaragoza en el partido. La chanza que define el gran espectáculo
zaragocista.
Y la fiesta aragonesa acabó con el 0-4, anotado por Luna a puerta vacía en el 90 tras un balón peleado por alto por Azón en una mala salida de Caro, histérico portero local. Un aluvión que hace mucho tiempo no se veía en los ambientes del Real Zaragoza. Ahí queda eso. Ahora, a rematar la obra y a sostener estas primeras sensaciones. Insuperables.
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