sábado, 5 de octubre de 2024

LIGA 2ªDiv. 2024/25 JORNADA Nº8 (5.10.2024)

 

LIGA 2ªDiv. 2024/25 JORNADA Nº8 (5.10.2024)

PARTIDO OFICIAL Nº 3662

 REAL ZARAGOZA 2-3 REAL RACING

0-1, min. 32: Pablo Rodríguez

0-2, min. 40: Íñigo Vicente

1-2, min. 56: Tasende

2-2, min. 66: Soberón

2-3, min 70: Aldasoro

FICHA TÉCNICA

Real Zaragoza: Poussin; Iván Calero (Luna, 92) , Kosa, Bernardo Vital, Tasende; Toni Moya, Francho Serrano (Pau Sans, 79); Aketxe, Liso; Samed Bazdar (Azón, 72) y Soberón (Alberto Marí, 79).

Racing: Ezkieta; Michelín (Pol Moreno, 80), Manu Hernando, Montero, Saúl; Vencedor, Aldasoro; Andrés Martín (Castro, 54), Pablo Rodríguez (Suleiman, 54), Íñigo Vicente (Íñigo Sainz-Maza, 54); y Arana (Ekain, 73).

Goles: 0-1, min. 32: Pablo Rodríguez. 0-2, min. 40: Íñigo Vicente. 1-2, min. 56: Tasende. 2-2, min. 66: Soberón. 2-3, min 70: Aldasoro.

Árbitro: Sesma Espinosa (Comité de La Rioja). Mostró amarillas Francho (4’), Vital (14’), Íñigo Vicente (41’), Pablo Rodríguez (45’), Ezkieta (62’), Toni Moya (84), Montero (98') . Expulsó a Manu Hernando por doble amarilla (2’ y 50).

Incidencias: Partido de la octava jornada jornada de liga jugado en La Romareda ante 23.000 espectadores. El césped presentó una mala imagen, con mucha arena y zonas vacías.

Real Zaragoza 2-3 Real Racing

62.3 % Posesión 37.7 %
8 remates dentro 6
2 disparos bloqueados 2
8 remates fuera 6
14 disparos recibidos 18
3 tarjetas amarillas 4
0 tarjetas rojas 1
10 faltas recibidas 12
13 faltas cometidas 11
157 perdidas de posesión 119
44 recuperaciones de posesión 46
3 fueras de juego 2
xxxxxx

El Racing desnuda a un pobre Real Zaragoza (2-3)

Después de una calamitosa primera parte, la expulsión de Manu Hernando marcó un punto de inflexión en el partido y permitió revivir al Zaragoza en superioridad con goles de Tasende y Soberón. Sin embargo, no ofreció ya respuesta a un golazo de Aldasoro. Aketxe falló un penalti en el 98.

El Racing le hizo el nudo del ahorcado al Real Zaragoza con el cachirulo, condenándole las fiestas del Pilar y aguando cualquier euforia que pudiera haberse generado con un equipo al que ya le afloran desajustes y debilidades que, de momento, le impiden ponerse a la altura de determinados colectivos. Uno de esos conjuntos de anatomía y funcionamiento superior es el Racing, que inundó de fútbol al Zaragoza en una tarde alocada y volcánica, con más giros de guion que una telenovela: un repaso con todas las letras de José Alberto a Víctor Fernández en la primera parte, la roja decisiva de Manu Hernando para el despertar aragonés, el empate con Tasende y Soberón, el golazo de Aldasoro y el penalti fallado por Aketxe en el minuto 98.

El Zaragoza, que da más pasos hacia atrás que hacia delante, fue inferior. No estuvo cómodo en el encuentro en ningún momento. Empató más por carácter, con acciones más aisladas que cuajadas dentro de un plan, y su entrenador, en el global del duelo, no le dio las soluciones con la pelota que sí tuvo un Racing repleto de vitalidad, automatismos e identidad. Víctor Fernández ni enfocó el partido con tino contra un rival muy poderoso por dentro ni gestionó los cambios con acierto. Un partido que se jugó en un césped lamentable, pero que también pisaron los cántabros.

A la tarde rápidamente se le intuyó el pentagrama, cómo iba a tocar las cuerdas el Racing y cómo al Zaragoza se le iba a echar encima el viento. Las diferencias en la pizarra eran, por así decirlo, abismales. Entre la jerarquía, organización y fortalezas del Racing y las debilidades, desnaturalización y deformidades del Zaragoza. José Alberto puso en órbita a Víctor Fernández siendo fiel a su estilo, yendo a por el partido, evadiéndose del escenario, con valentía, iniciativa y hambre. Le fabricó trampantojos en todos los rincones del campo, engaños posicionales en los que se perdía y se desorientaba el equipo aragonés, donde Soberón regresó al once, formando así, con Kosa y Tasende, el trío de novedades respecto a Gijón.

Desde el principio, el Racing, sobre la base de un 4-2-3-1, anunció su fútbol oceánico e intempestivo. Fue una oleada de verticalidad, precisión táctica, rupturas de líneas, avances, paredes interiores, defensa adelantada… Intensidad defensiva y ofensiva a la que el Zaragoza no pudo hacer frente. Los cántabros acumulaban gente a las espaldas de la tímida presión aragonesa y en zonas interiores, donde Francho y Toni Moya estaban en inferioridad clara. Ni una ayuda llegó desde el banquillo en forma de ajuste cuando al Zaragoza era notorio que le faltaba un mediocampista más.

Un tiro lejano y alto de Vencedor y un disparo descarriado de Arana tras una gran jugada visitante abrieron las hostilidades. El Real Zaragoza se agrietaba. El Racing predicaba un fútbol en movimiento, de tocar y pedir, de asociarse a la espalda de los rivales, de apoyos y continuidades, de tercer hombre, de conducciones de Aldasoro… El resultado fue un fútbol enfurecido, punzante y trenzado. Un fútbol muy vistoso y fresco. A Arana le anularon un gol por fuera de juego tras una soberbia elaboración colectiva inspirada por Vicente y Pablo Rodríguez.

Aquí se libró una bala. Pero llegaron más. Andrés Martín probó a Poussin, Arana insistió… El Zaragoza no construía, no tenía base en el juego, no salía de su defensa, vivía así encapsulado por la defensa tan agresiva y avanzada del Racing, quien se protege hacia adelante, con osadía, pero también pulcritud táctica. Los aragoneses quedaban condenados al golpeo largo e improductivo, mientras sus líneas se separaban demasiado, una gozada para las centelleantes transiciones cántabras.

Un cabezazo desviado de Bazdar fue el modo que tuvo el Zaragoza de decir que estaba en el partido. El serbio piensa a otra velocidad, es un jugador con una impecable consciencia territorial. Lo intuye todo antes que nadie, y así probó desde casi el mediocampo a un Ezkieta adelantado.

Pero el zarpazo bueno lo dio Arana. Le ganó un balón a Vital, en un fallo grosero del portugués, desplumado por el Racing durante toda la tarde. La pelota llegó a Andrés Martín y metió el balón en el área, donde Pablo Rodríguez le puso una puntera de gol. La jugada se revisó en el VAR por la posible implicación de Arana en el saque de puerta de Poussin estando en el área, pero el colegiado dio gol.

Buen pelotero Pablo Rodríguez, el eslabón perfecto de todo el ataque del Racing, fino, ingenioso, con desparpajo y colmillo. Le quitaría un balón de nuevo a Vital que casi acaba en gol, justo antes de que un pase exacto y profundo de Andrés Martín le tendiera una alfombra a Íñigo Vicente, quien elevó el balón con una vaselina sobre Poussin.

El Racing hacía música, interpretando su partitura de memoria. En el Zaragoza no había nada, solo impotencia, fragilidad y problemas con el balón. A los intentos de Bazdar apenas se incorporó un remate de Aketxe en la frontal y una falta de Moya. Al descanso, el Zaragoza llegó pulverizado por el rival: dos goles, nueve disparos y cuatro ocasiones le hizo el Racing.

Al reinicio, el Zaragoza volvió con los mismos hombres -por increíble que parezca-. También los cántabros, pero ellos no tardaron en perder uno: Manu Hernando se fue a la calle, expulsado por doble amarilla. El duelo saltó por los aires. Fue una historia completamente nueva y el Zaragoza se favoreció de ella. La pelota pasó a sus pies, y con ella, cuando la puede sujetar, sus carencias se disimulan. La brújula del partido comenzó a apuntar a Ezkieta. Aketxe casi lo sorprende con un tiro que se fue cerrando mientras escupía veneno. En el saque de esquina, Tasende agarró un rechace a 30 metros y le sacudió un zurdazo rasante que se relamió con el poste derecho y acabó en la red. El gol revolucionó al Zaragoza y elevó las banderas de asedio mientras La Romareda se inflamaba. Soberón descerrajó a un palmo de Ezkieta, pero el portero hinchó su cuerpo como un sapo y salvó el gol del empate.

El Racing, tras la roja, había sacado a sus tres mejores hombres, un triple cambio que mandó a la ducha a Vicente, Pablo Rodríguez y Andrés Martín. José Alberto quiso cerrar pasillos interiores y empujar afuera a Zaragoza, recomponiendo al Racing en un 5-3-1, con Suleiman de carrilero izquierdo. Pero el Zaragoza se abrió camino por el otro lado, sobre todo, con Tasende. Un centro suyo lo controló Soberón para rematar a gol. El equipo aragonés había hecho lo complicado. Pero el Racing, además de fútbol, tiene personalidad. Aldasoro ganó tiempo y espacio en el sector derecho, y abrió el compás de su pierna izquierda para sacarse un trueno que dejó mudo al Zaragoza.

A los de Víctor les costó digerir el imprevisto 2-3. Movió ficha el entrenador aragonés en el minuto 72. Azón al campo por Bazdar. Luego, Pau Sans y Marí. Con más impulsos que cabeza, se fue a por el Racing. Pero le costó generarle miedo al Racing, protegido ya también con Pol Moreno para cerrar los cielos. Muchos balones fueron al área cántabra, pero pocas ocasiones. Pau Sans, tirado a la derecha y con Aketxe -desaparecido- de mediocentro, lo buscó en un Zaragoza que atacaba más por acumulación y densidad ofensiva que por claridad y calidad.

Cuando ya sonaban las trompetas de la primera derrota en casa de la temporada, al Zaragoza le bajó un ángel del cielo un penalti. Ya era a deshoras, ahí tenía el equipo aragonés la oportunidad para sacar un punto que el fútbol no le avaló. Así que Aketxe se fue a los once metros. Tiró, pero se arrugó: Ezkeita le adivinó el disparo y selló la victoria del Racing. El Zaragoza se quedó sin fiesta, con más dudas que certezas para el corto plazo.

El Racing asalta La Romareda y duerme líder

Partido loco en La Romareda, con un tobogán de emociones y hasta un penalti fallado por Aketxe en el minuto 99 que le hubiera dado el empate al Real Zaragoza.

Partido loco en La Romareda, con un tobogán de emociones y hasta un penalti fallado por Aketxe en el minuto 99 que le hubiera dado el empate al Real Zaragoza. El Racing de Santander, en un formidable ejercicio de supervivencia, se acabó llevando la victoria y duerme líder en lo más alto de la clasificación. El equipo de José Alberto tuvo el encuentro en su mano, después de una excelente primera mitad, en la que superó de cabo a rabo al Zaragoza, pero la expulsión de Manu Hernando lo cambió todo y el conjunto aragonés fue capaz de igualar dos goles en seis minutos antes de recibir el mazazo del tercer tanto cuando tenía todo a su favor.

Kosa, en su primer partido como titular, Tasende y Soberón fueron las tres novedades en el once de Víctor Fernández, todas ellas cantadas, mientras José Alberto presentó dos cambios en su alineación: Saúl y Pablo Rodríguez entraron por Mario García y Jeremy.

El Racing, decidido y convencido, se hizo desde el principio con el partido, presionando muy arriba y volcando su caudal ofensivo por sus costados, aprovechando la velocidad y el peligro de Andrés Martín y, sobre todo, de Íñigo Vicente, sus dos grandes puñales. Y así llegó pronto su primera gran ocasión con un remate alto de Arana con todo a su favor. El canario fue un dolor de muelas para un irreconocible Vital, que tuvo una tarde fatal.

El Zaragoza, siempre incómodo, no se encontró en toda la primera parte y no amenazó hasta cerca de la media hora por medio de Bazdar. Pero era cuestión de tiempo que el Racing sacara partido de su enorme superioridad. Y así, tras una pérdida de Vital, Pablo Rodríguez, oportunísimo, se adelantó a Kosa y desvió a gol dentro del área pequeña un disparo de Andrés Martín que subió al marcador tras revisión del VAR. Siete minutos después, en el 40′, con el Zaragoza desbaratado, Íñigo Vicente firmó el 0-2 con una gran vaselina sobre Poussin, al aprovechar un pase en largo de Andrés Martín a la espalda de los dos centrales del equipo aragonés.

El Racing siguió gustándose tras el descanso, con su fútbol fácil y alegre, hasta que Hernando se fue a la calle en el minuto 50 por una inexplicable entrada sobre Soberón en la zona de tres cuartos, que significó su segunda tarjeta amarilla. José Alberto metió entonces un triple cambio y relevó a casi todo su frente de ataque para rearmar a su equipo, pero el partido ya había cambiado por completo y Tasende, con un zurdazo inapelable desde fuera el área, acortó enseguida distancias desde fuera del área. El 2-1 terminó de propulsar al Zaragoza, que inició un asedio por tierra, mar y aire sobre Ezkieta, que en el minuto 62 evitó el empate con dos grandes intervenciones, pero que no pudo evitar tres minutos después el certero disparo en carrera de Soberón, que cantó con el alma su sexta diana del campeonato.

Quedaba media hora por delante y el Zaragoza había igualado en seis minutos una desventaja que parecía definitiva, pero, en pleno ejercicio de supervivencia y cuando tenía todo en contra, el Racing volvió a ponerse por delante con un formidable zurdazo de Aldasoro desde fuera del área.

Otra vez le tocaba remontar al Zaragoza. Y con el reloj corriendo ya a toda velocidad, Víctor Fernández se jugó el todo por el todo con Pau Sans y Marí. El equipo aragonés no dejó de insistir y hasta disfrutó de un penalti en un larguísimo descuento, pero Ezkieta, el héroe del Racing, detuvo el lanzamiento de Aketxe que hubiera significado el empate.

El Racing duerme líder y el Zaragoza cae a la quinta plaza, tras su segunda derrota consecutiva, la primera en La Romareda.

 

No hay comentarios: