LIGA 2ªDiv. 2024/25 JORNADA
Nº22 (12.1.2025)
PARTIDO OFICIAL Nº 3678
ELCHE 1-0 REAL ZARAGOZA
0-1, min. 93: Rashani
Fichar técnica
Elche: Dituro;
Alvaro Núñez, Affengruber, Bigas, José Salinas (John Donald, 68’); Febas, Nico
Castro (Mendoza, 68’), Nico Fernández; Josan (Núñez, 73’), Mourad (Sory Kaba,
84’) y Yago Santiago (Rashani, 58’).
Real Zaragoza: Poussin;
Calero, Lluis López, Vital, Clemente, Tasende; Aguado (Toni Moya, 73’), Keidi
Bare (Jair, 90’); Aketxe (Pau Sans, 73’); Liso (Adu Ares, 83’) y Azón (Alberto
Marí, 83’).
Goles: 0-1, min.
93: Rashani.
Árbitro: Sánchez López (Comité de Murcia). Mostró tarjetas amarillas a Aguado (4’), Tasende (21’), Liso (25’), Josan (38’), Álvaro Nuñez (50’), Clemente (71’), Nico Fernández (75’), Mourad (79’), Alberto Marí (90’), Rashani (94’). También vio amarilla Miguel Ángel Ramírez.
Elche 1-0 Real Zaragoza
62.6 % Posesión 37.4 %
5 remates dentro 1
2 disparos bloqueados 2
5 remates fuera 5
8 disparos recibidos 12
5 tarjetas amarillas 5
0 tarjetas rojas 0
21 faltas recibidas 17
17 faltas cometidas 22
121 perdidas de posesión 116
46 recuperaciones de posesión 33
1 fueras de juego 2
xxxxxx
Jarro de agua fría para el Real Zaragoza en Elche (1-0)
Después de un buen partido y
una notable mejora defensiva, un gol en el minuto 93’ de Rashani amarga el
estreno de Miguel Ángel Ramirez y provoca una cruel e inmerecida derrota.
Sabía Ramírez
de la importancia de no arrancar con una derrota y puso todos sus
esfuerzos en conseguirlo, hasta que un gol de Rashani en el minuto 93 le tiró
todo el plan abajo en Elche. El Real Zaragoza encajó así un resultado
desproporcionado, excesivo, después de un duelo en el que exhibió una
notable mejora defensiva, con el equipo bien plantado, bien ordenado, más
agresivo, muy serio, formal, sacrificado, y responsable. Ramírez, aunque el
resultado señale una cosa y marque los ánimos, comenzó a arreglar los problemas
básicos. El Zaragoza no ató ese punto que mereció, no mereció más
porque le faltó picante en ataque y en la producción de juego ofensivo, pero
desarticuló y controló a un rival de fútbol poderoso y rico, el peor rival para
salir a escena en estos momentos. Ramírez aún tiene tajo. Dio la sensación de
que posee los principales ingredientes y conoce la receta, pero faltan horas de
cocción, algún condimento más y la ramita de perejil para que el plato llene
los ojos, la boca, la tripa.
El nuevo Zaragoza de Ramírez
se presentó con la diversidad táctica como pincelada principal del sello de su
entrenador y con la suplencia de Luna y la titularidad de Clemente
como puntos más destacados de ese primer once. Ramírez retomó la estructura de
tres centrales y carrileros que ya exploró Víctor Fernández en su vía crucis
final, aunque con matices relevantes. La geometría del Zaragoza fue
elástica y cambiante, moldeada en función de la fase del juego: con la
pelota el equipo aragonés salió a jugar con un triángulo interior con Marc
Aguado de ancla y desagüe del juego, en un 5-3-2 con los carrileros
abiertos y largos. Sin el balón, el Zaragoza mutaba: en repliegue se encerraba
en su campo con un 5-4-1, con Aketxe cayendo a la derecha y Liso a
la izquierda. Y en ls presión en campo rival, el dibujo se regeneraba en un
5-2-1-2, con Aguado, Bare y Aketxe emparejados con los tres centrocampistas del
Elche. En este sentido, el partido, en muchos momentos, lo determinó ese pulso
táctico y estratégico entre los entrenadores de ambos equipos.
El Zaragoza salió con personalidad, pero el rival fue, poco a poco,
llevando el duelo a su terreno, a apoderarse de la
pelota y a atacar, principalmente, la ventana que abrían a su espalda Calero y
Tasende. El Elche empujaba desde la posesión, pero el Zaragoza lo mantenía
lejos de su portería. Un tiro raso de Salinas y otro parecido, desde la otra
mitad, de Nico Fernandez, ambos desde larga distancia, abrieron los ataques de
un Elche que, entre medio, asustó con un cabezazo de Affengruber -un central
titánico en la categoría- al que Poussin le puso un antídoto excelso.
Al Real Zaragoza, por su parte, le costaba crecer desde
la pelota. En cierto modo, el equipo, en esta mitad, exhibió una apreciable
mejora posicional y defensiva. Tuvo sus líneas más soldadas, se protegió
bien, se encapsuló con solvencia, tuvo mayor control de la situación … Más
dudas se le observaron en los duelos y en las acciones en su área. Con la
pelota, le costaba la continuidad, juntar pases… Hubo demasiada imprecisión en
esa faceta, demasiados músculos tensos y nerviosos. Aketxe, con un lanzamiento
lejano y un golpe franco, aportó algo de picante a un ataque en el que Liso y
Azón agitaban la profundidad. Pero esos duelos a la carrera en un Zaragoza algo
cauteloso apenas dieron beneficios.
En parte, porque el Elche es un colectivo redondo en todas sus
líneas y funciones. Aunque el Zaragoza le sujetó bien a Nico
Fernández, se puso en manos de Febas, dominante con la pelota y sin ella, para
imprimir ritmo y acción. Todo ello sin demasiadas ocasiones. Tampoco por parte
del Zaragoza, al que le faltó, ademas de volumen en la producción,
determinación y contundencia en la zona de finalización en algunas jugadas. En
el tramo último de esta parte, el Zaragoza se sacó algo el dominio desde el
balón del Elche y comenzó a poner a Azón y Liso en dirección a Dituro con
metros para correr. En una de esas cabalgadas, Azón pareció adelantarse a
Affengruber. El austriaco abrió los brazos y el delantero cayó. El colegiado no
apreció falta, tampoco el VAR. Azón se iba solo. Hubiera sido roja.
Entre protestas del Zaragoza, el duelo se fue a un descanso del que el
equipo de Ramírez salió con energía, y Aketxe rondó el gol tras una
pared con Tasende, pero la mandó muy alta. El conjunto aragonés conservaba
su comportamiento: solidario, esforzado, concentrado, bien organizado,
solvente… Los hombres más peligrosos del Elche estaban desconectados, apenas
Poussin se enfrentaba a ocasiones… Una volea forzosa de Josan avivó a los
locales, que asustaron más en una acción en la que Mourad se impuso a Lluis
López para dejarla de cara a Nico Castro.
Sarabia movió el banquillo con un triple cambio, para potenciar la
salida desde atrás de su equipo con John Donald de lateral derecho-central. Ese
cambio dio alas a los alicantinos, pero Ramírez intervino metiendo a Moya por
Aguado y Pau Sans por Aketxe. El mensaje final pareció lanzado
desde los banquillos: un punto más de dominio de la posesión del Elche y un
grado más de amenaza al espacio del Zaragoza.
El Elche intentaba atosigar, pero los aragoneses se mantuvieron firmes,
consistentes, fiables. Sin generar grandes peligros, pero también sin
sufrirlos. Intentó ponerle el broche defensivo al equipo Ramírez con la entrada
de Jair en el eje de los centrales adelantando a Clemente al medio… Pero el
fútbol nunca defrauda. Tiene su karma y hay veces en las que sale el santo
vestido del revés: Jair se hundió demasiado en la penúltima acometida
local, habilitó a Rashani y ese gol le cosió una derrota inmerecida al
Zaragoza.
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