sábado, 2 de noviembre de 2024

LIGA 2ªDiv. 2024/25 JORNADA Nº13 (2.11.2024)

 

LIGA 2ªDiv. 2024/25 JORNADA Nº13 (2.11.2024)

PARTIDO OFICIAL Nº 3668

 REAL ZARAGOZA 2-1 GRANADA

1-0, min 1: Iván Azón

2-0, min. 62: Iván Azón

2-1, min. 83: Uzuni.

Ficha técnica

Real Zaragoza: Poussin, Luna, Lluís López, Vital, Calero, Francho, Aguado, Aketxe (Toni Moya, 71), Liso (Jair, 89), Bazdar (Pau Sans, 85) y Azón (Marí, 89).

Granada: Mariño, Ricard (Rubén, 66), Miquel Rubio, Ignasi Miquel, Brau, Sergio Ruiz (Boyé, 40), Hongla, Trigueros (Reinier, 81), Tsitaishvili (Jozwiak, 66), Pablo (Corbeanu, 81) y Uzuni.

Goles: 1-0, min 1: Iván Azón. 2-0, min. 62: Iván Azón. 2-1, min. 83: Uzuni.

Árbitro: Saúl Ais Reig (comité valenciano). Amonestó a Ignasi Miquel, Lluís López, Vital y Poussin. Expulsó a Jozwiak y Rubén Sánchez. 

Incidencias: partido de la 13ª jornada de liga en Segunda División disputada en La Romareda ante 17.642 aficionados. Antes de empezar el encuentro, se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas por la trágica DANA que ha azotado España esta semana. También se homenajeó a Teresa Perales, Eduardo Santas y María Delgado, los tres medallistas paralímpicos aragoneses en París 2024.


Real Zaragoza 2-1 Granada

43.2 % Posesión 56.8 %
6 remates dentro 3
4 disparos bloqueados 5
2 remates fuera 7
15 disparos recibidos 12
2 tarjetas amarillas 1
0 tarjetas rojas 2
14 faltas recibidas 15
17 faltas cometidas 14
132 perdidas de posesión 128
46 recuperaciones de posesión 54
2 fueras de juego 0
xxxxxx

Iván Azón devuelve al Real Zaragoza al ascenso directo con un merecido triunfo sobre el Granada

Dos goles del delantero aragonés, uno en cada mitad, sirven al equipo de Víctor Fernández para superar a un rival que solo amenazó el triunfo tras un extraordinario tanto de Uzuni a 7 minutos del final.

El Real Zaragoza vuelve a dormir esta noche en posición de ascenso directo a Primera División. Y lo hace, en gran medida, gracias al impulso que le dio este sábado Iván Azón, que con dos goles edificó un merecido triunfo sobre el Granada (2-1). Los nazaríes, que acabaron con dos expulsados, solo amenazaron la victoria en los últimos minutos, después de recortar diferencias con un extraordinario tanto de Uzuni.

35 segundos. Ese es el tiempo que necesitó el Real Zaragoza para hacer gala de la exuberancia ofensiva de la que presumió -con razón- Víctor Fernández en la previa. En un abrir y cerrar de ojos, con más de un aficionado sin ocupar todavía su butaca, el equipo aragonés se adelantó en el marcador con un gol que define a las mil maravillas quién es y por qué juega en este equipo Iván Azón.

El delantero aprovechó un buen envío de primeras de Bazdar para adentrarse en el área. Se coló con fuerza e inteligencia entre los dos centrales nazaríes y, pese a dejarse el balón ligeramente atrás, remató con acierto para superar a Mariño. Primer minuto, primera ocasión y primer gol. La misma película que hacía justo una semana frente al Castellón, pero esta vez era el Real Zaragoza quien salía ganando del vestuario.

El regreso de Fran Escribá a La Romareda invitaba a una reflexión: ¿Qué hubiera hecho su Zaragoza el curso pasado en estas circunstancias? ¿Hubiera seguido en busca del segundo o, por el contrario…? Nunca lo sabremos, o tal vez sí. Este año quien se sienta en el banquillo local es Víctor Fernández, así que la pregunta se responde sola.

Los aragoneses se olvidaron de la ventaja y caminaron con decisión a por el segundo. Lo intentó primero Calero, en una buena combinación con Iván Azón que terminó anulada por fuera de juego. Después, fue Aketxe quien probó fortuna con una falta marca de la casa, que se marchó rozando el larguero visitante.

A eso parece aferrarse Víctor Fernández, a su amenazante disparo directo, para seguir confiando en el vasco, porque su rendimiento con el balón en juego es cada vez más intrascendente. Así, sin noticias del Granada, transcurrieron los primeros 25 minutos de fútbol en La Romareda. Pero los de Escribá dieron un paso al frente en la recta final del primer tiempo.

Su primer aviso serio llegó en el 26, con una acción a bocajarro de Sergio Ruiz, que sería relevado antes del descanso por lesión. El de Astillero, completamente libre de marca en la frontal del área pequeña, recibió el balón de Tsitaishvili, pero colocó mal el pie e incomprensiblemente lo mandó a las nubes.

La amenaza nazarí no quedó ahí. Poco después, en el 29, de nuevo Tsitaishvili llevó el susto a la grada con una acción en solitario. Encaró a Liso y, tras superarlo, se sacó un disparo envenenado recordando a aquellos que hacían hace algunos años futbolistas de otra dimensión, como Messi o Robben, a pierna cambiada y en busca de la escuadra. El resultado -lógicamente- no fue el mismo.

Quedaban 15 minutos y el control del partido había cambiado. La lluvia, que hasta ese momento había respetado, volvió a entrar en escena, pero no varió el marcador de una primera mitad que terminó como empezó. Con Iván Azón dentro del área amenazando la portería rival. Esta vez, el disparo del canterano se marchó cruzado y sin demasiado peligro.

Azón hace el segundo

El paso por los vestuarios no disminuyó la sensación de dominio visitante. Eso sí, el Granada lo intentaba con más deseo que peligro real, algo que acabó pagando muy caro. Porque Azón (¿quién si no?) hizo el segundo antes de que los de Fran Escribá transformaran el control del juego en goles.

El tanto llegó en el minuto 62 y, como el inaugural, contó con la inestimable participación de Bazdar. Antes, Liso había dejado en la cuneta a Ricard, al que dribló con maestría para servir el balón casi desde la línea de fondo. El envío llegó a la cabeza de Bazdar, cuyo remate no fue el mejor, pero sí suficiente para encontrar las botas de Azón, que remachó a la red.

El 2-0, además de suponer un importante balón de oxígeno y tranquilidad para el conjunto de Víctor Fernández, desató la fiesta en La Romareda. Un campo que se rindió a la evidencia y premió el infatigable esfuerzo del gran héroe de la tarde: Iván Azón. Por si todo lo anterior fuera poco, el tanto también noqueó al Granada, incapaz de amenazar de forma seria a Poussin.

La tarde era perfecta para el Real Zaragoza, sobresaliente por momentos. Para la matrícula de honor, solo faltaba saber si el equipo de Víctor Fernández era capaz de frenar la sangría de goles encajada en las últimas jornadas y volvía a dejar su portería a cero. Cuando todo parecía favorable en el minuto 83, Uzuni negó con la cabeza y se sacó un extraordinario disparo que se coló por la escuadra local.

Segundos después de ese gol, Jozwiak fue expulsado por roja directa por soltar un codazo a Poussin, que trató de quitarle el balón para evitar que el Granada sacase rápidamente de centro. El tanto espoleó a los de Escribá, que solo tres minutos más tarde tuvieron en la cabeza de Lucas Boyé el empate.

Ver para creer. Pese a jugar con un hombre más, el dominio en los compases finales fue claramente nazarí. Un equipo que no acabó con 10, sino con 9 futbolistas tras la expulsión de Rubén Sánchez en el añadido. Pero se quedó en eso, en un último intento que, para alegría de La Romareda y de todo el Real Zaragoza, no fue culminado con éxito.

Iván Azón propulsa al Zaragoza

Un doblete del ariete aragonés, en noche colosal, devuelve al Real Zaragoza a la victoria en La Romareda y le catapulta a la segunda plaza de la clasificación. Un Granada reservón acabó con nueve.

Un doblete de Iván Azón, en noche ciertamente colosal, devolvió al Real Zaragoza a la victoria en La Romareda y le catapultó a la segunda plaza de la clasificación. El ariete aragonés, en el mejor momento de su carrera, le puso firma por dos veces a un triunfo coral del equipo de Víctor Fernández que acaba con su racha de tres derrotas como local y le devuelve a posición de ascenso directo. El Granada, que jugó los últimos minutos con nueve por expulsiones de Jozwiak y Rubén Sánchez, perdió su primer partido a domicilio, sólo arriesgo tras el 2-1 de Uzuni y fue el fiel reflejo del carácter reservón de Fran Escribá.

Calero, desplazado al lateral izquierdo, Marc Aguado y Francho fueron las tres novedades en el once de Víctor Fernández, en sustitución de Clemente, Toni Moya y el lesionado Keidi Bare, mientras Escribá, que ordenó a su equipo en un 4-1-4-1, presentó una alineación con dos cambios: Ignasi Miquel y Trigueros por Oppong y Lucas Boyé.

El Zaragoza salió como un relámpago y, ver para creer, en lugar de recibir su clásico gol en frío, abrió el marcador a los 35 segundos de partido, al aprovechar Iván Azón, en formidable racha goleadora, un extraordinario envío de Bazdar al primer toque. El ariete aragonés, poderoso, decidido y vertical, se coló entre los dos centrales del Granada y definió con precisión ante Mariño.

El tempranero 1-0 le dio confianza al equipo aragonés, intenso en la presión y rapidísimo en el contragolpe, y metió en la incomodidad y las dudas al Granada, que tardó casi media hora en reponerse del golpe y en amenazar a Poussin, por medio de una espléndida maniobra del georgiano Tsitasishvili, que no acertó a concretar Sergio Ruiz con todo a su favor.

El Granada tuvo una fase de dominio, pero nunca tuvo el control del juego y su defensa vivió toda la primera parte en el alambre ante la intimidación constante de Azón, que, en una de sus mejores noches, percutió una y otra vez por todo el frente al ataque y a punto estuvo de hacer doblete con un disparo cruzado al filo del descanso, sólo un minuto después de que Lucas Boyé ingresara en el once nazarí por un lesionado Sergio Ruiz y cambiara su dibujo a un 4-4-2.

El Granada no se decidió a dar un paso adelante tras el descanso y lo acabó pagando carísimo. El Zaragoza nunca se sintió exigido de verdad y, además, pudo explotar su mejor arma, esas velocísimas transiciones que tantos beneficios le están rindiendo. Entre Marc Aguado, Liso y Bazdar fabricaron una triangulación a la que sólo le faltó la guinda del gol, pero en la acción inmediata Azón le puso la sentencia al duelo con su doblete. El mérito del 2-0 hay que repartirlo entre Liso, con una maniobra por la izquierda con un regate final fantástico, Bazdar, que peinó de cabeza, y el propio Iván Azón, que, oportunísimo, empujó el balón a la red en el segundo palo.

Quedaban 25 minutos para el final y Escribá sustituyó entre la sorpresa general a Tsitasishvili, su futbolista más peligroso, pero en el fútbol todo puede cambiar en un segundo y cuando la reacción del Granada seguía sin llegar, apareció Uzuni para acortar distancias con un gran gol en el 94′. En la celebración del 2-1 Jozwiak se fue a la calle tras agredir en la red a Poussin y enfrío la reacción desesperada de su equipo, que acabó con nueve por también la expulsión de Rubén Sánchez.

 

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