LIGA 2ªDiv. 2024/25 JORNADA Nº14 (9.11.2024)
PARTIDO OFICIAL Nº 3669
SD HUESCA 1-1 REAL ZARAGOZA
1-0 min. 24, Gerard Valentín
1-1 min. 64, Javi Pérez (p. p.)
Ficha técnica
SD Huesca: Dani Jiménez, Loureiro, J. Pulido, R. Pulido; Gerard Valentín (Mier, 78), Sielva (Ayman, 78), Javi Pérez, Javi Hernández (Kortajarena, 72), Vilarrasa (Toni Abad, 72); Soko y Unzueta (Joaquín, 60).
Real Zaragoza: Poussin, Luna, Lluís López, Jair, Calero; Francho, Aguado (Moya, 64), Aketxe (Bermejo, 86), Liso (Ares, 64); Bazdar (C. Nieto, 93) y Azón (Marí, 86).
Goles: 1-0 min. 24, Gerard Valentín; 1-1 min. 64, Javi Pérez (p. p.).
Árbitro: González Esteban (Comité Vasco), acompañado en bandas por Pérez De Colosia Alonso y Moleón Cuenca, y apoyado en el VAR por Milla Alvéndiz (Comité Andaluz). Amonestó a Loureiro (52), Javi Hernández (55) y R. Pulido (63) por parte de la SD Huesca, y a Calero (72) del Real Zaragoza.
Incidencias: partido de la 14ª jornada de liga en Segunda División, disputado en El Alcoraz ante 6.895 espectadores, la mejor entrada en lo que va de temporada. 200 de ellos, aficionados del Real Zaragoza. Antes de empezar el encuentro, se guardó un minuto de silencio en memoria de la víctimas de la DANA. Césped en perfecto estado.
SD Huesca 1-1 Real Zaragoza
42.7 % Posesión 57.3 %
4 remates dentro 4
1 disparos bloqueados 4
6 remates fuera 7
15 disparos recibidos 11
3 tarjetas amarillas 1
0 tarjetas rojas 0
6 faltas recibidas 13
13 faltas cometidas 6
139 perdidas de posesión 129
40 recuperaciones de posesión 46
1 fueras de juego 0
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Empate y todos contentos en un trepidante Huesca-Real Zaragoza
Gerard Valentín adelantó a los azulgranas en la primera mitad, de superioridad oscense, y Javi Pérez (en propia meta) igualó el partido en el 64.
Empate y todos contentos. Antonio Hidalgo y Víctor Fernández pensarán que sus equipos pudieron merecer más, pero la realidad es que el reparto de puntos hace justicia a lo visto ayer en el derbi aragonés. El mejor Huesca fue mejor que el mejor Real Zaragoza, sí, pero a los visitantes hay que reconocerles su capacidad de reacción en un escenario nada propicio a la remontada.
Hubo una parte para cada uno. El Huesca fue muy superior en el inicio, consiguiendo adelantarse con un soberbio gol de Gerard Valentín, y el Real Zaragoza se levantó después e igualó gracias a un tanto de Iván Azón que, según el acta, fue obra de Javi Pérez en propia meta.
De entrada, el choque de estilos del que tanto se había hablado no fue tal. Solo se jugó a lo que quiso el Huesca. Las señas de identidad del Real Zaragoza quedaron prácticamente inéditas, porque, sin balón, no hubo opción de que mezclaran sus futbolistas más talentosos ni, mucho menos, de que lo hicieran en las zonas de ataque en las que son verdaderamente determinantes y peligrosos.
Las predicciones de un Zaragoza dominante saltaron por los aires a los 10 segundos. Soko escuchó el pistoletazo de salida del colegiado, y se escapó por la ‘pista’ derecha, cual velocista, en una carrera de 50 metros en la que, tras superar a Lluís López, cedió un balón al área que terminó con un zapatazo de Javi Pérez que fue rechazado a córner por la defensa. Por una zaga que no iba a ser capaz de sacudirse la presión del Huesca en un frenético primer cuarto de hora.
Tres córneres consecutivos; varias internadas de Javi Hernández por la diestra, aprovechando el espacio entre Calero y Jair; balones robados en la salida a Marc Aguado y Francho… quien imaginase un Huesca esperando atrás, resguardado en su fortaleza defensiva para después correr, estaba equivocado. Fue la versión más directa del equipo de Hidalgo, con un 3-5-2 versátil y lanzado que sorprendió al Zaragoza.
El balonazo hacia Azón era el único recurso de los de Víctor Fernández. Solo respiraban con las interrupciones, fruto de los fuertes encontronazos entre Liso y Loureiro y Rubén Pulido y Azón, pero en el minuto 24 llegó el gol que marcó las diferencias entre lo propuesto por uno y otro bando, que premió la superioridad táctica –y física– impuesta por los azulgranas.
Había avisado Valentín, el impredecible centrocampista gerundense, con alguna incursión por esa zona;y en esta ocasión hizo alarde de su variado repertorio para recortar a Liso en el vértice del área y conectar un zurdazo que se coló por la escuadra. Incontestable. Como la autoridad que hasta ese momento estaba demostrando el cuadro local.
El Zaragoza respondió a los pocos minutos con la única jugada colectiva bien trenzada del primer acto, una llegada de Marcos Luna que acabó con disparo de Bazdar desde la frontal, pero fue una acción aislada. El espectáculo, lejos de entrar en una fase de dominio zaragocista, dio paso a la vacuidad: el Huesca estaba cómodo, ahora sí ordenado en campo propio, y los visitantes apenas intimidaban a través de un juego horizontal, entre centrales, sin profundidad alguna.
El fútbol caro se había quedado en la taquilla de El Alcoraz, y así se consumió el tiempo hasta llegar al descanso. Un espacio que lo cambió todo. Porque el Zaragoza fue otro tras el paso por vestuarios. Fue un equipo más vertical y directo. Convencido de la remontada a partir de su empuje. De esa acometividad, marcada por el volumen de llegadas más que por la clarividencia. De ese ritmo trepidante, que aloca los partidos y favorece la mejor versión de los hombres determinantes.
Cambio de guion
Nada más empezar la segunda mitad, Liso tuvo en sus botas el empate, pero Dani Jiménez respondió bien a su zurdazo desde fuera del área. Seguidamente, Azón provocó una falta en la medialuna que Ager Aketxe lanzó con mucha potencia sobre la barrera. Y, a partir de ahí, el equipo adquirió otra velocidad.
Un doble cambio que a la postre resultó decisivo –Adu Ares y Toni Moya entraron al terreno de juego como sustitutos de Adrián Liso y Marc Aguado– precedió al gol del empate zaragocista. Corría el minuto 64 cuando Iván Azón (sobre la misma línea) aprovechó una falta botada por Ager Aketxe, y peinada por Marcos Luna, para establecer el 1-1 que confirmaba la reacción.
Tras la igualada, el Zaragoza ganó en atrevimiento. En protagonismo ofensivo. En desequilibrio. En ocasiones que encontraron respuesta en otras del Huesca, en una media hora final que sí tuvo el intercambio de golpes que se había previsto en los análisis previos a este duelo territorial que acabó en tablas.
Los de Antonio Hidalgo tuvieron el segundo tanto con un larguero de Javi Pérez (dudó incomprensiblemente Poussin hasta ver cómo el esférico se estrellaba en el travesaño) y protestaron un leve empujón a Soko en el área que el colegiado, Jon Ander González Esteban, no señaló.
Los de Víctor Fernández mejoraron con las piezas de refresco introducidas y, fruto del bajón físico local y algunos errores groseros en la entrega, pudieron hacer el 1-2 en contras como la que Adu Ares resolvió mal en el 82; pero el marcador ya no se iba a mover.
Al igual que el resto del encuentro, el desenlace del derbi tuvo más emoción que fútbol combinativo. Se acabó jugando más en campo zaragocista, pero los visitantes no sufrieron en exceso para conservar una igualada que se ajusta a lo propuesto por cada bando. Por dos conjuntos de modelos alejados, pero más cercanos de lo que pueda parecer en su producto, en su situación estadística.
Tablas en El Alcoraz
El Huesca salió al partido con una motivación superior y mandó por completo en la primera mitad, pero el Real Zaragoza se rehízo tras el descanso e Iván Azón, el mejor de la noche, igualó el golazo de Gerard Valentín.
Reparto de puntos en El Alcoraz, con una parte para cada uno. El Huesca salió al partido con una motivación superior y con ganas, nervio y fe superó al Real Zaragoza de cabo a rabo en la primera mitad, pero tras el descanso se impuso el equipo de Víctor Fernández, que igualó el golazo de Gerard Valentín con un tanto de cazagoles de Azón, el mejor del derbi aragonés.
El Huesca tuvo una salida en estampida y a punto estuvo de adelantarse a los 42 segundos: Soko, en una carrera a mil por hora, desbordó por la derecha a Lluís López, se adentró como una bala en el área y sirvió para Javi Pérez, cuyo remate picado lo salvó providencial Luna a un palmo de la raya de gol. Una ocasión excelente, que le metió el miedo en el cuerpo a un Zaragoza con mucho menos brío y tres marchas menos, que se pasó más de veinte minutos persiguiendo sombras y corriendo detrás del balón y que acabó encajando un golazo de Gerard Valentín que le hizo plena justicia a los méritos del conjunto altoaragonés.
El Zaragoza respondió de inmediato con un remate de Bazdar que salvó Dani Jiménez con una intervención felina, pero fue puro artificio, porque el equipo de Víctor Fernández siguió sin ganar una pelota dividida y no logró en prácticamente toda la primera parte superar la presión asfixiante del Huesca. Entre Marc Aguado y Aketxe no hilvanaron una jugada y Jair, en su vuelta a la titularidad, no le cogió el aire al puesto hasta la segunda parte y con dejarle que iniciara el juego con sus pelotazos en largo a ningún sitio, el Huesca desactivó toda la salida de balón del Zaragoza.
El Zaragoza fue otro en la segunda mitad. Exigido por un marcador en contra, volvió del descanso como un cohete y empezó a acumular méritos y oportunidades, especialmente con cañonazo de Liso que salvó Dani Jiménez, antes de Aketxe estrellara un golpe franco a la barrera a dos centímetros del área.
En este periodo, al Huesca ya le costó todo mucho más, aunque buscó estirarse por la banda de Soko y a punto estuvo de sacar partido de una frivolidad marca de la casa de Poussin, que en un monumental error de cálculo vio cómo se estrellaba en el larguero un cabezazo bombeado sin ningún peligro.
Pero el Zaragoza no dejó de dominar y de atacar y Azón, en formidable racha realizadora, igualó el encuentro a media hora del final, al remachar bajo palos una falta de Aketxe que había peinado Luna. Sexto gol del ariete aragonés, al que los defensas del Huesca, incapaces de frenarlo, cosieron a faltas toda la tarde.
Nadie se conformó con la igualada y el encuentro se abrió en los últimos minutos con ocasiones para el Huesca, en un disparo de Javi Mier que despejó a una mano Poussin, y para el Zaragoza, que tuvo el triunfo en su mano en un contragolpe en el que Ares no acertó con el remate final.
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