sábado, 1 de marzo de 2025

LIGA 2ªDiv. 2024/25 JORNADA Nº29 (1.3.2025)

 

LIGA 2ªDiv. 2024/25 JORNADA Nº29 (1.3.2025)

PARTIDO OFICIAL Nº 3685

 REAL ZARAGOZA 1-1 REAL SPORTING 

1-0, min. 49: Soberón

1-1, min. 91: Dubasin

Ficha Técnica

Real Zaragoza: Femenías; Calero, Arriaga, Jair, Tasende (Jaime Vallejo, 82); Keidi Bare, Francho; Pau Sans (Aketxe, 70), Liso (Adu Ares, 82); Soberón (Bazdar, 61) y Dani Gómez (Marí, 82).

Sporting de Gijón: Yáñez; Rosas, Kevin Vázquez (Pablo García, 56), Rober Pier, Diego Sánchez, Serrano (Gaspar Campos, 67); Nacho Martín, Nacho Méndez; Gelabert (Dotor, 72), Dubasin; y Caicedo (Campuzano, 56).

Árbitro: Mallo Fernández (Comité Castellano-leonés). Amonestó a Soberón (18), Caicedo (19), Miguel Ángel Ramírez (29), Nacho Martín (69), Jair (84), Calero (87) y Adu Ares (92).

Goles: 1-0, min. 49: Soberón. 1-1, min. 91: Dubasin

Real Zaragoza 1-1 Real Sporting

46.3 % Posesión 53.7 %
8 remates dentro 6
5 disparos bloqueados 2
4 remates fuera 3
11 disparos recibidos 17
4 tarjetas amarillas 2
0 tarjetas rojas 0
13 faltas recibidas 13
13 faltas cometidas 13
143 perdidas de posesión 155
52 recuperaciones de posesión 57
1 fueras de juego 2
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La suma de patinazos del Real Zaragoza no cesa: 1-1 con el Sporting y no sale del laberinto

La impericia del equipo de Ramírez provoca que no haya sido capaz de sujetar la ventaja que tenía tras el tanto de Soberón en el minuto 49 y los de Gijón igualaron en el 91 con tanto de Dubasin.

No hay manera. El Real Zaragoza no sale del laberinto en el que anda perdido desde el inicio de la segunda vuelta, desde que Miguel Ángel Ramírez llegó al frente del vestuario aragonés. Un partido que estaba a punto de ganar, con todo lo balsámico y analgésico que ello iba a ser para las entrañas de la entidad y del zaragocismo en general, se fue por el sumidero en el minuto 91 cuando el Sporting empató el gol previo de Soberón. Así, los males perduran, las sensaciones de impericia no se limpian y los problemas numéricos y de balance en la competición crecen.

El primer tiempo, igualado en todo, en errores y los pocos fogonazos de inspiración que mostraron ambas escuadras, se desarrolló en un mar de nervios. Mucho más en las filas zaragocistas, sabedores todos de lo que había en juego entro y fuera del campo. Durante los primeros 25 minutos predominó el miedo a perder, no solo el balón, sino el partido en global. Quemaba la pelota en los blanquillos y, en frente, el Sporting era un rival impreciso a más no poder. Sucedieron muy pocas cosas en ese largo trecho, más allá de faltas por doquier, asistencias médicas y protestas a un árbitro que dio muestras de cierto descontrol del timón todo el tiempo.

Apenas un disparo flojo de Francho desde la frontal que detuvo Yáñez sin problemas en el minuto 8 y, en la réplica, un mal control de Caicedo a pase en el área chica de Dubasin que acabó en las manos de Femenías fueron acciones dignas de ser anotadas. Casi nada. Todo esgrima, miradas de mus y balonazos largos sin demasiado rigor por unos y por otros dieron forma a un partido malo, espeso a más no poder. El ritmo de trote, los bostezos, se rompieron pasado el minuto 25: Pau Sans, titular de nuevo por fin, recibió un buen pase de Dani Gómez en el punto de penalti, solo ante Yáñez, pero el portero gijonés rechazó con acierto y lanzó la pelota a córner cuando el 1-0 se cantaba en las gradas. Una pena.

A partir de ahí, el Sporting también se dio por aludido. En la jugada siguiente, el extremo Nico Serrano (aspiración sin éxito del Real Zaragoza de Víctor Fernández en verano, cedido por el Athletic de Bilbao) hizo un contragolpe de 60 metros en solitario, tras un córner a favor de los aragoneses mal sacado y mal defendido después, y su disparo final, cansado y sin apoyo, lo detuvo abajo Femenías. Fue la apertura de un cuarto de hora donde el Sporting halló la inspiración, beneficiado por la escasez de ideas de un Zaragoza plano, guerrero pero sin fluidez en las combinaciones. Gelabert casi firmó el 0-1 en el minuto 34, solo tras un ataque coral de los rojiblancos. Su remate a bocajarro desde la frontal, durísimo, lo rechazó Femenías a una mano, pero el balón se le fue hacia atrás y tuvo que llegar providencialmente Arriaga (de nuevo central) para sacar de cabeza bajo palos, sobre la raya, llevándose un golpetazo en la cabeza que lo tuvo K.O. varios minutos.

Cono el hondureño en la banda sin permiso para regresar al campo, bajo una bronca monumental del graderío local, Dubasin remató en el área zaragocista tras una larga jugada llena de despropósitos defensivos y su chut mordido lo sacó con apuros a córner Femenías en el 37. El Zaragoza estaba muy aculado, como acomplejado de repente. No era capaz de salir de atrás, de cruzar el medio campo. Y en ese desconcierto, Nacho Mendez gozó en el 41 de la más clara oportunidad para adelantar a los asturianos. Solo en el borde del área, controló y sacó un remate seco que se estrelló en el palo derecho, con Femenías ya superado. Fue un momento clave, pues ahí pudo haber capotado prematuramente el Real Zaragoza, que daba muestras de insuficiencia general.

Por fortuna para los de Ramírez (muy alterado el banquillo zaragocista todo el tiempo, con amonestación al técnico canario y roja a su asistente Labaien), la recta final del primer periodo trajo un par de soplos de aire fresco en ataque. Dani Gómez, trabajador sin suministro en punta, hizo una buena conducción en la cornisa del área y lanzó con potencia por alto, encontrándose con las dos manos de Yáñez, atento. Era el minuto 42. Y en el 45, Francho empalmó el rechace de un córner y de nuevo el portero visitante reaccionó con reflejos para echar el balón por la línea de fondo junto al palo derecho. Al menos, este par de arrebatos calmaron la sensación de agobio del mal rato precedente. Estaba vivo el Real Zaragoza.

Y tras el necesario y reparador descanso, donde Ramírez tenía que ajustar decenas de tuercas, los blanquillos salieron a la palestra dando continuidad a sus buenos últimos instantes previos al refrigerio. Tras una jugada inicial de Soberón en la que acabó trompicándose y sin remate, Liso firmó dos ocasiones claras. Una en el minuto 47, tras centro de Tasende, con un remate a la primera que se fue por alto junto al palo derecho. Y la siguiente en el 48, con un chut raso y cruzado que Yáñez rechazó a una mano cuando se colaba. Se estaba merendando el mejor Zaragoza de los últimos partidos en casa a un Sporting sorprendido y sometido.

Y en esa espiral de flechas en positivo llegó el 1-0. La primera ventaja de Ramírez en 8 partidos partiendo del 0-0 inicial. Soberón recibió de espaldas en el área, encimado por Rober Pier, logró controlar para darse la media vuelta y soltar un latigazo con la derecha que, de rosca potente, sorprendió a Yáñez por alto. Así, en el minuto 49, el Real Zaragoza tomaba la mano en la partida y nacía un nuevo partido. Algo que no se veía en La Romareda desde diciembre. El cuadro gijonés hizo dos cambios. Albés retiró a Kevin Vázquez y al tanque Caicedo y estiró un equipo que había nacido con defensa de cinco y vocación conservadora. Eso ya no les era útil. Entraron Pablo García y Campuzano. Enseguida, Ramírez retiró al goleador Soberón y dio paso a Bazdar, damnificado junto a Adu Ares en el once inicial respecto de lo de Granada. Soberón no está para más de una hora físicamente.

Pronto hubo un susto monumental. Marcó el Sporting, Dubasin de cabeza en el minuto 63 a la salida de un córner, pero el árbitro vio bien el empujón previo sobre Keidi Bare con el que había ganado la posición y el 1-1 no subió al marcador. Y de paso disolvió lo que pareció un claro déficit aéreo de Femenías en esa acción. El juego se transformó en un ida y vuelta un tanto descontrolado, patrocinado por la reacción súbita y la desesperada de los astures y la búsqueda de los espacios largos de los zaragocistas. Así, en el 67 Dani Gómez desperdició una flagrante ocasión para haber matado el partido con el 2-0. Se quedó solo mano a mano ante Yáñez pero su remate se estrelló en la cara del portero, no atinó a salvarlo cuando el tanto estaba ya en las gargantas de la afición aragonesa.

Al Sporting siempre le sobraba un pase en el área zaragocista en sus ataques, un tanto precipitado. Y en las contestaciones en el otro lado, Bazdar cabeceó mal, de refilón un centro de Calero en el minuto 70. En estas, Ramírez retiró a un cansado Sans y dio vuelo a Aketxe en los últimos 20 minutos del envite. Albés había metido en danza a Gaspar Campos en vez de Serrano y, después, a Dotor por Gelabert. Con sangre fresca intentaba reequilibrar un partido que cada vez tenía más color zaragozano.

Ramírez miró de cambiar cierta dinámica de dominio gijonés que empezó a tomar cuerpo en los últimos 10 minutos y preparó un triple cambio. Marí, Ares y Jaime Vallejo saltaron al césped para dotar de oxígeno a algunas piezas que ya estaban cansadas. Gómez, Liso y Tasende dejaron sus puestos. El plan era tener fuelle si era preciso en todas las líneas en los momentos decisivos que restaban. Pero ni en una tarde como esta, donde casi todas las acciones claves parecían estar saliendo a favor del Real Zaragoza (el palo del rival, el gol anulado al adversario…), los de Ramírez fueron capaces de sujetar el balsámico 1-0, que tanto suponía.

Pasado el tiempo ya, en el 91, Dubasin hizo el 1-1 en un voleón a la media vuelta tras una dejada de cabeza en el segundo palo de Campuzano. Un jarro de agua helada sobre el zaragocismo, ya dado ante tanta impericia y desgracias de todo tipo y condición, propias y exógenas. Y aún debió dar gracias el Real Zaragoza (y Ramírez) de que el rival no le diese la vuelta al tanteo. Porque Campuzano falló el gol de Cardeñosa, a puerta vacía, solo en el segundo palo tras un centro raso de Dubasin en el minuto 94. Femenías salvó con la mano abajo, a la desesperada, lo que era el 1-2 certificado.

Así, con este bofetón, el enésimo con la mano abierta, sobre el rostro de una afición que acudió en menor cantidad al estadio, desencantada en grado extremo en muchos de sus ámbitos, concluyó otro patinazo más del Real Zaragoza de Ramírez en La Romareda. No ha ganado el técnico canario en cuatro partidos como local. Solo suma un triunfo en 8 jornadas al frente del equipo, 7 puntos de 24 dirimidos. No hay más que explicar.

Dubasin ahonda la crisis del Zaragoza

Un gol del Sporting en el minuto 91 se llevó por delante el triunfo del equipo aragonés y mantiene a Ramírez en el alambre, a la espera de lo que suceda frente al Eldense, en un duelo directísimo por la salvación.

Un gol de Dubasin en el minuto 91 se llevó por delante el triunfo del Real Zaragoza y mantiene a Miguel Ángel Ramírez en el alambre, a la espera de lo que suceda dentro de una semana frente al Eldense, en un duelo directísimo por la salvación. Soberón abrió el marcador en el inicio de la segunda mitad, pero el Sporting lo intentó hasta el final y acabó sacando partido de la debilidad permanente de la defensa del Zaragoza. El equipo aragonés sigue sin ganar y la racha de Ramírez ya no ha quién la pueda defender: siete puntos de 24. Un promedio de descenso.

Ramírez, que habló de su suerte en la víspera y de proyectos a largo plazo, sin asumir que el fútbol es presente, dejó en el banquillo a Bazdar, mantuvo a Arriaga como central al lado de Jair y dio entrada a Pau Sans y a Dani Gómez en el once titular, mientras Albés introdujo un único cambio en su alineación: Guille Rosas por el sancionado Maras.

Al Zaragoza y a su entrenador les aprieta ciertamente la necesidad, pero no hubo una salida al galope, sino una propuesta al paso, de ritmo bajo y sin riesgos, con la consigna principal de no dejar al Sporting cruzar con comodidad la divisoria central. Y como había nervios en abundancia, en los banquillos y en el césped, el juego estuvo salpicado de continuas interrupciones, por lo que durante un largo pasaje ninguno de los dos equipos acabó de estar cómodo ni logró imponer su plan de partido.

El Sporting tuvo algo más de iniciativa y mayor amenaza, pero hubo alternativas y un reparto de ocasiones claras en la primera parte: dos para cada equipo. Yáñez salvó un mano a mano ante Pau Sans, tras una gran maniobra del joven delantero aragonés; Femenías impidió en dos tiempos, la segunda al alimón con Arriaga, que se alojara en la red un derechazo de Gelabert; Nacho Méndez estrelló un disparo desde fuera del área en el poste en el minuto 42; y Yáñez conjuró un remate envenenado de Francho al filo del descanso, a la salida de un córner.

El Zaragoza pisó el acelerador en el inicio de la segunda parte, donde, afilado por los centros de Tasende y el corazón y las piernas de Francho, ya pudo ponerse en ventaja con dos zurdazos casi consecutivos de Liso antes de que Soberón, con un formidable remate a la media vuelta en el minuto 50, firmara su séptimo gol del campeonato, nada menos que cinco meses y dos lesiones después del anterior. El 1-0 le dio serenidad al Zaragoza, además de permitirle jugar a la contra, y obligó a Rubén Albés a introducir sus primeros cambios para reactivar a su equipo. Y así Campuzano y Pablo García relevaron a Carcedo y Kevin Vázquez. También Ramírez movió su banquillo dando entrada a Bazdar por el goleador Soberón. Y fue el bosnio, mucho más cómodo y efectivo en la media punta que como ‘9′ de referencia, el que le brindó a Dani Gómez el segundo gol en el minuto 67, pero su disparo se estrelló en la misma cara del portero sportinguista.

El conjunto asturiano no dejó de intentarlo, y ya es sabido que al Zaragoza con poco se le hace daño, y el clásico hundimiento de su defensa lo aprovechó Dubasin en el minuto 90 para empatar el partido. Y aún pudo ser peor, porque Femenías salvó en la prolongación el segundo gol del Sporting, al despejar un remate a bocajarro de Campuzano.

 

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