domingo, 25 de mayo de 2025

LIGA 2ªDiv. 2024/25 JORNADA Nº41 (25.5.2025)

 

LIGA 2ªDiv. 2024/25 JORNADA Nº41 (25.5.2025)

PARTIDO OFICIAL Nº 3696

 REAL ZARAGOZA 1-0 DEPORTIVO

1-0, min. 55: Patiño, en propia puerta

Ficha Técnica

Real Zaragoza: Poussin; Luna (Calero, 77), Vital, Jair, Tasende (Clemente, 46); Arriaga, Guti (Moya, 88); Francho, Adu Ares (Liso, 65); Pau Sans (Bazdar, 88) y Dani Gómez (Soberón, 65).

Deportivo de La Coruña: Germán Parreño; Petxarromán, Vázquez, Jaime (Tosic, 82), Obrador (Escudero, 62); Patiño (Gauto, 85), Villares; Diego Gómez (Christian Herrera, 74), Mario Soriano, Guerrero (Yeremay, 62); y Bouldini (Kevin, 74).

Árbitro: Mallo Fernández (Comité Vasco). Amonestó a Vázquez (15), Adu Ares (43), Pau Sans (49), Soberón (67) y Luna (72).

Goles: 1-0, min. 55: Patiño, en propia puerta.

 

Real Zaragoza 1-0 Dep. Coruña

32.7 % Posesión 67.3 %
3 remates dentro 1
1 disparos bloqueados 5
7 remates fuera 3
9 disparos recibidos 12
4 tarjetas amarillas 1
0 tarjetas rojas 0
7 faltas recibidas 9
9 faltas cometidas 10
128 perdidas de posesión 139
50 recuperaciones de posesión 51
4 fueras de juego 0
xxxxxx


El Real Zaragoza, salvado tras ganar 1-0 al Deportivo en un agónico partido

El gol ganador lo tuvo que hacer en propia puerta el jugador coruñés Patiño en el minuto 55. El Eldense, que fue venciendo al Racing de Santander casi toda la tarde, terminó empatando 3-3 y tampoco forzó más la situación. 

Misión cumplida. Triste misión, la del Real Zaragoza. El equipo aragonés se ha salvado de bajar a Primera RFEF gracias a su triunfo por 1-0 ante el Deportivo de La Coruña en la penúltima jornada, acompañada finalmente por el empate del Eldense 3-3 ante el Racing de Santander.

Como flanes, como cuencos de natillas recién hecha. Así afrontaron el partido los muchachos zaragocistas, que enseguida dieron muestras de que la responsabilidad se les apoderaba en la mayoría de los balones a pasar, a disputar, a controlar. Cuando al descanso se llegó con el 0-0 inicial el paladar del observador decía que a muchos de los jugadores blanquillos les estaba viniendo grande la encomienda de salvarse ganando al Deportivo. Y eso que los de La Coruña, como se preveía, vinieron sin tensión, con infinidad de suplentes en su once inicial. Fue un adversario blandito, permisivo, que miró más con la pelota a su portero, Germán Parreño, que al de enfrente, Poussin.

Enormes errores en las combinaciones, constantes malas elecciones a la hora de culminar las pocas jugadas que, más por arreones de casta que por calidad, hilaron los zaragocistas desde atrás. Ni Arriaga (sabido es), ni Guti, ni Francho, esta vez adelantado por Gabi a su puesto matriz de centrocampista, supieron gobernar el tempo del partido. Tasende, por su banda, hizo incorporaciones más bien alocadas. Luna, una de las sorpresas del técnico, por la derecha, cundió poco y sin tino. Arriba, Pau Sans y Dani Gómez, de nuevo titular, estuvieron precipitados, aturullados. De toda esta mezcla salió poco potable y, claro, no se vio portería.

Una gran ocasión cabe anotar únicamente antes del descanso en la producción del Real Zaragoza. Fue un disparo durísimo de Dani Gómez en el área, tras un control, que se estrelló en la parte alta del poste derecho, con Parreño batido, en el minuto 40. Fue un fogonazo aislado, de los varios que patrocinó el Dépor en pérdidas no forzadas por querer sobar y sobar el balón en terrenos de nadie, algo que favoreció el cuadro zaragozano al estar demasiado aculado siempre en el juego estático, lo que provocó incluso un par de atisbos de pitos desde las gradas.

Antes de esa jugada, el Zaragoza había amenazado más bien poco la portería deportivista. Tasende lanzó una falta desde 25 metros en el minuto 9, con un zurdazo de rosca que rozó la escuadra derecha, movió algo la red por fuera y medio estadio cantó gol, erradamente. Ilusión óptica. Aún repetiría el lateral en otro golpe franco, incluso más lejano, en el minuto 31, pero su chut lo paró en el centro del marco sin problemas Parreño. A esta escasa serie de llegadas se sumó la que acabó Pau Sans en el minuto 10, tras dos quiebros en el área de la verdad a Petxarromán y un remate cruzado que se le marchó fuera por un metro.

El gol ha llegado tras un saque de esquina lanzado por Adu Ares. El balón ha sido introducido en su propia meta por Charlie Patiño ante la oposición de Dani Gómez

Hacia el otro lado, el Dépor amago varias llegadas con riesgo para los aragoneses, pero no concluyó bien ninguna. Sobre todo el mano a mano que tuvo Villares en el minuto 44, al final, en el que optó por no rematar cuando pudo en el área, se entretuvo y acabó regalándole la pelota a las manos de Poussin, con Mario Soriano solo esperando atrás su pase de la muerte. Fotografía cristalina del evento. Por delante de este susto para la enfervorecida afición zaragocista hubo un córner cerrado que sacó Soriano (el mejor de los visitantes con sus conducciones) y salvó de cabeza en el primer palo Arriaga, pues esa pelota pudo haber hecho mucho daño. Atrás, Vital fue un mar de nervios y Jair trabajó por él y por su colega en la media docena de jugadas peligrosas que los gallegos fabricaron casi sin querer.

Hubo murmullo cuando el Eldense se adelantó sobre el Racing de Santander en el otro partido donde jugaba el Zaragoza. También cuando empataron los cántabros cerca del intermedio. Tarde de transistores y páginas web, lo clásico a estas alturas. Gabi se fue a la caseta preocupado. El Dépor había dejado fuera del once a la estrella Yeremay, a Mfulu, a Escudero, al portero Helton… además de tener en casa a los Mella, José Ángel, Ximo Navarro, Barbero, Zakaria… No fue un primer tiempo del Real Zaragoza para estar orgulloso en una tarde de tanta tensión. Faltó personalidad. A toneladas.

Hizo Gabi un cambio en el ínterin. Dejó en la ducha a Tasende, tocado y fuera de onda, y metió a Clemente. Y a ver si los demás espabilaban y se calmaban. El inicio del segundo tiempo no pudo ser peor en sensaciones: Mario Soriano, en la primera jugada, recibió solo casi en el área pequeña y su remate lo interceptó lanzándose con el cuerpo al cruce Jair, providencial. El pánico recorrió las gradas. Era todo lo contrario lo necesario y lo que el repleto graderío esperaba y pedía. Se fueron consumiendo minutos y no se vio un Zaragoza distinto. De nuevo Soriano, en el 52, provocó una parada de Poussin en un remate raso desde la corona del área, solo, sin marca. Los blanquillos no daban tres pases seguidos.

En este diseño del juego, ¿cómo podía adelantarse el cuadro aragonés en el marcador, presionado además por el reciente 2-1 del Eldense al Racing? Claro, en un balón parado. Un córner que sacó Guti en el minuto 55, cerrado, llegó al segundo palo tras la peinada de un zaguero visitante hacia atrás, donde lo buscaba Dani Gómez. No hizo falta que el delantero zaragocista la empujase a puerta vacía. Tenía delante al filial gallego Patiño que fue el que llevó la pelota a la red ante el delirio de todo el mundo, en el césped y en las tribunas. Ahí, el histérico Real Zaragoza estaba ya salvado matemáticamente.

Gilsanz, el técnico coruñés, le dio la última media hora a su jugador franquicia, Yeremay. Surgía en el 62 un nuevo riesgo para los zaragocistas. El punta canario no hace prisioneros ni en días de tan escasa chicha en su equipo. Rápidamente, Gabi movió dos piezas: Soberón y Liso relevaron a Dani Gómez y Adu Ares, mustios toda tarde. El Deportivo hizo un gesto de reacción y Escudero, recién puesto en escena desde el banquillo, hizo un centro-chut lejano en el 68 que Poussin tuvo que sacar a córner de puños en la misma escuadra del primer poste cuando se colaba. Y en la jugada siguiente, el mismo Escudero centró al segundo palo y Bouldini, forzado, cabeceó fuera. Quedaba por sufrir El 1-0 era mínimo, mucho más con el poco repertorio mostrado por los zaragocistas.

Y eso lo certificó Yeremay, estrella en ciernes (al tiempo), que en su primer balón lanzó una rosca potentísima desde la frontal, en el minuto 76, que se estrelló en la escuadra izquierda de Poussin, que solo pudo mirar el jugadón del canario sin poder responder a tiempo. Ahí se rozó la tragedia. El Eldense seguía ganando 2-1 al Racing de Santander. El guion de la película de suspense llegó al minuto 81 con la ovación de la afición zaragocista al saberse el 2-2 de los cántabros en Elda. En ese hito del largometraje, el Real Zaragoza tenía prácticamente lacrada su permanencia, Daba igual que su partido fuera una castaña. Otra vez lo del cómo y lo del qué.

El modo flan estuvo vigente en los cuerpos de los jugadores zaragocistas hasta el último segundo. Menos mal que tocó en suertes un adversario sin necesidades ni aspiraciones. Si no, el desarrollo de la tarde hubiese tenido otro tenor bien diferente. Pero bien está lo que bien acaba. Y esto ha acabado a falta de una jornada con el Real Zaragoza un año más en Segunda División, y serán 13 seguidos. No hay más preguntas, señoría. Por cierto, el 2-3 con el que el Racing santanderino se adelantó al final en Elda y el  3-3 de réplica de los alicantinos llegaron con La Romareda ya celebrando el ‘exito’ con una monumental bronca continuada la directiva de la SAD y a la plantilla. Que no queden dudas. A la gente se le ha ido toda la paciencia por el sumidero. Toda.


El Zaragoza logra la permanencia matemática

Un autogol del Deportivo le dio al equipo aragonés la victoria que necesitaba en la despedida de la vieja Romareda. El palco no se salvó.

Un gol en propia puerta del Deportivo le dio al Real Zaragoza el triunfo que necesitaba para lograr la permanencia matemática, culminando así con un sufrimiento indecible la misión de rescate de Gabi. La salvación, objetivo rebajadísimo pero imprescindible dentro de una temporada aborrecible, permite despedir sin dramas a la vieja Romareda, que será demolida en su totalidad en los próximos días para levantar en el mismo solar un nuevo estadio. El Deportivo dio la cara y hasta asustó cuando salió Yeremay, pero, sin nada en juego más que la honrilla deportiva, sumó su tercera derrota consecutiva.

Luna, Vital, Raúl Guti y Dani Gómez relevaron a Lluís López -éste con una rotura fibrilar en un gemelo-, Liso, Toni Moya y Soberón en el once de Gabi, mientras que Gilsanz volvió a dejar en banquillo a Yeremay y presentó una alineación con las novedades de Guerrero, Bouldini y Patiño, a la postre protagonista involuntario del resultado.

El Zaragoza no tardó en pisar el acelerador y primero Tasende, en un golpe franco directo, y después Pau Sans, en una de sus clásicas maniobras dentro el área, pudieron abrir el marcador antes del cuarto de hora. Sin embargo, el Deportivo, con su fútbol sereno y pausado, fue creciendo con el paso de los minutos hasta equilibrar el duelo y empezar a amenazar seriamente por sus costados, gracias a sus largas posesiones. Y ese pasaje de mejoría visitante coincidió, además, con el primer gol del Eldense, que dejó fría a La Romareda y le bajó de revoluciones al partido, justo lo que menos convenía a un Zaragoza nervioso y atascado, pero que, aprovechando un resbalón de Petxarromán, se encontró con una oportunidad inesperada que concluyó con un cañonazo de Dani Gómez al poste cuatro minutos antes del descanso, una ocasión que coincidió con el empate del Racing en Elda.

El Depor volvió mejor al partido y Mario Soriano y Obrador amenazaron a Poussin en el inicio de la segunda mitad, pero en el fútbol todo da la vuelta en un instante y un saque de esquina muy cerrado de Raúl Guti acabó en un autogol de Patiño. El 1-0 llegó en un momento providencial para el Zaragoza, porque sólo dos minutos antes el Eldense había marcado su segundo gol. Y con la victoria, ya no había que estar pendiente del Pepico Amat.

Pero el Deportivo no tiró la toalla y Óscar Gilsanz metió al campo a Yeremay para agitar a su equipo. Y Yeremay, con su talento desatado, empezó a sembrar el pánico en la defensa del Zaragoza y dejó a La Romareda helada con un impresionante disparo a la cruceta en el minuto 76. El júbilo volvió a las gradas con el segundo gol del Racing en Elda. Y ya ni se celebró el 2-3 de los cántabros en el tiempo añadido.

 

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