sábado, 2 de agosto de 2025

PRETEMPORADA 2025/26-3º AMISTOSO (2.8.2025)

PRETEMPORADA 2025/26-3º AMISTOSO (2.8.2025)

 SD TARAZONA 1-2 REAL ZARAGOZA

0-1, min. 45 (+3): Tasende

0-2, min. 51: Pau Sans

1-2, min. 82: Armero

Ficha Técnica

Tarazona: Josele, Ángel López, Trilles, Chechu, Álex Fita, Castroverde (Vaquero, 46'), Carrasco (Samu, 83'), Busi, Agüero, Sergi Armero y Cubillas (Soto, 33').

Real Zaragoza: Poussin (Obón, 3'); Calero (Borge, 76'), Tachi (Carrillo, 76'), Radovanovic (Saidú, 46'), Tasende (Facchin, 76'); Keidi Bare (Guti, 28'), Toni Moya, Moyano (Aketxe, 53'), Pau Sans (Cuenca, 69'); Soberón (Francho, 62') y Bazdar (Bakis, 69')

Goles: 0-1, min. 45 (+3): Tasende. 0-2, min. 51: Pau Sans. 1-2, min. 82: Armero. 

Árbitro:  Rafael Cenis Martínez (Comité Aragonés). Mostró amarillas a Tachi (9'), Busi (55'), Vaquero (78').

El Real Zaragoza suda sangre para ganarle al Tarazona (1-2)

Un Tarazona con mejores hechuras planta cara a un verde y afortunado Zaragoza en un amistoso áspero y accidentado.

El Real Zaragoza se llevó el amistoso aragonés contra el Tarazona en una noche en el que el listón de la pretemporada subió para los de Gabi. Ya no estuvo enfrente el tierno Mirandés del pasado miércoles sino un bloque sólido, muy competitivo y con un nivel de resistencia superior, por mucho que su registro esté en Primera RFEF. El Tarazona, de hecho, fue mejor en el cómputo general, dominó muchas fases del choque y se jugó según sus leyes, pero el Zaragoza explotó los momentos clave con cierta fortuna primero, con una falta de Tasende que pegó en un rival, y con una buena contra rematada por Pau Sans a la vuelta del descanso. No hizo mucho más. Armero puso emoción al final de un partido muy bronco, subterráneo y áspero.

No hay mucha distancia entre ambos equipos, pese a categorías y por mucho que el Zaragoza pusiera más pegada y contundencia en un duelo que evidenció el estado de indefinición del equipo de Gabi, aún verde, muy corto de calidad y con los mecanismos aún oxidados. Debutó Radovanovic, con más cuerpo que fútbol, en un equipo con demasiada prosa, de fútbol muy básico. 

La primera acción del partido lanzó una señal sobre los accidentes que se le venían encima al Zaragoza en la primera partes: una desconexión entre Radovanovic y Poussin revivió viejas pesadillas con el francés en escena. El toque inexacto del serbio, un central que juega mejor con la cabeza (la parte de fuera) que los pies, casi acaba en gol en propia puerta. La portería estaba vacía porque Poussin, en su salida inapropiada, se llevó un golpe en la coronilla y una brecha que obligó a cambiarlo. Entró Obón con el duelo aún casi con el precinto puesto. Pero no tardó mucho en observarse el camino que iba a seguir la trama.

El Tarazona, un equipo más hecho, más sólido, más clarividente y más trabajado, se aposentó en el partido con más cuajo, con una defensa monolítica de cinco hombres a la que el Zaragoza no supo interpretar ni fracturar. La falta de calidad del equipo de Gabi con el balón, en los ataques posicionales, lo convirtieron su fútbol en un juego denso, romo, con poca combinación y pautas claras. Sus ataques eran muy lejanos, casi todos con golpeos largos a la búsqueda de la zancada de Bazdar.

El Tarazona, bien acorazado en su 5-2-2-1, escupía al rival de su zona. Los de Juanma Barrero saben lo que son y lo que pueden ser. Y aunque la temporada aún este verde y soleada en verano tienen una base que empequeñecía al Zaragoza rudimentario y simplón de Gabi. Solo Moyano desaguaba el juego, con sus giros, sus aceleraciones y su fútbol con algo de azúcar. Armero avisó de cabeza, contestó Soberón con un intento de vaselina…

 El 4-4-2 de Gabi es una de las pocas certezas actuales del equipo. Su afán por presionar fuerte y alto. Sus mecanismos entre laterales por dentro y extremos por fuera en algunas fases del juego. El papel de Moyano como comodín en la salida de balón en lo que parece que será el lado fuerte -el izquierdo- del Zaragoza… Pinceladas tácticas aún verdosas y prematuras. También es una certeza la severidad de Tachi, que se llevó amarilla a los diez minutos.

Mientras el amistoso ganaba fuego en los pies de los futbolistas, en un césped que tampoco permitía grandes versos ni rimas, a Cubillas, el delantero tanque del Tarazona, uno de esos veteranos de Vietnam que saben más por viejo que por diablo, se le escapó un gol tras fallo de Moya. Al poco, Soberón se sacó un misil al que Josele le dio un paradón como respuesta. Un tiro de falta de Castroverde, interesante flanco izquierdo, llegó antes de que una entrada de Keidi Bare a Ángel le saliera cara al albanés y le despertara sus fantasmas de lesión. Entró por él Guti, quien le dio algo más de sentido a los usos del balón visitantes.

El Zaragoza tenía poquito fútbol y todo lo que intentaba lo generaba lejos de la portería rival, como un disparo de Calero que paró Josele. Radovanovic pisó mal y Pau Sans cayó peor, sobre su codo lesionado en Castellón, para alimentar el parte de accidentes, justo cuando Tasende, con toda la fortuna del mundo, tiró, ya al filo del intermedio, una falta que pegó en Óscar Carrasco. Un minuto antes había sido el Tarazona quien casi marca con Armero, pero fue el Zaragoza quien se fue al descanso ganando. El Tarazona tenía el mando, pero el Zaragoza tenía el resultado.

Del paso por vestuarios, salió Saidú por el tocado Radovanovic. Aguantó Pau Sans, a quien Gabi cambió a la izquierda, mandando a Moyano al otro costado. Ambos participaron en el segundo gol, una triangulación lanzada por Sebas, a la que Soberón dio continuidad con un pase de la muerte que empujó el atacante criado en la Ciudad Deportiva. Precisamente, el Tarazona ya se alineaba otra de las piezas fabricadas allí, Alberto Vaquero, recién desvinculado del Zaragoza.

Gabi, con clara ventaja en el marcador, comenzó a ensayar cómo protegerlas: metió a Francho por Soberón para encerrarse por dentro con tres mediocentros. También salió Aketxe, de cuyo pie izquierdo casi sale un gol de falta al que Bakis, con todo para meterla de cabeza después de pegar en el larguero, tampoco pudo ponerle el colofón.

El encuentro se adormiló fruto de los cambios y los parones, aunque el Tarazona fue ganando campo y ocasiones. Avisó Vaquero con un centro peligroso. El Zaragoza se fue recostando en su ventaja y en una falta lateral Armero, de cabeza, le puso picante a la fase final del partido, con un Tarazona empujando y acosando y un Zaragoza resistiendo. Poco más pasó en un segundo tiempo de circunstancias, con poca continuidad y ataques, en el que destacó la entrada del chiquillo local Samu, un valiente en un partido de mucha pierna dura en el que el Zaragoza, muy huérfano de calidad y poco seductor, dejó más interrogantes que ideas claras en su camino hacia la competición.

 

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