lunes, 15 de septiembre de 2025

LIGA 2ªDiv. 2025/26 JORNADA Nº5 (15.8.2025)

LIGA 2ªDiv. 2025/26 JORNADA Nº5 (15.8.2025)

PARTIDO OFICIAL Nº 3703

 REAL ZARAGOZA 0-0 ALBACETE

Ficha Técnica

Real Zaragoza: Adrián Rodríguez; Francho, Insua, Saidu, Pomares (Juan Sebastián, 82); Guti (Keidi Bare, 46), Paul Akouokou; Paulino (Valery, 62), Moyano (P. Sans, 81); Dani Gómez y K. Kodro (Soberón, 62).

Albacete Balompié: Lizoain; Gámez, Pepe Sánchez (Moreno, 46), Vallejo, Neva; Meléndez (Villar, 92), Riki; Lazo (Puertas, 63), Agus, Morcillo (Valverde, 81); y Escriche (Jefté, 63).

Árbitro: Palencia Caballero (Comité Vasco). Amonestó a Pepe Sánchez (35), Neva (39), Paul Akouokou (43) y Vallejo (43).

Goles: No hubo.

Real Zaragoza 0-0 Albacete

60.4 % Posesión 39.6 %
1 remates dentro 1
4 disparos bloqueados 3
6 remates fuera 2
6 disparos recibidos 11
1 tarjetas amarillas 3
0 tarjetas rojas 0
14 faltas recibidas 8
8 faltas cometidas 19
126 perdidas de posesión 118
46 recuperaciones de posesión 40
4 fueras de juego 1
xxxxx 


 Un espeso Real Zaragoza se atasca en la zona baja al no pasar del 0-0 ante un peor Albacete

En un partido de muy bajo nivel futbolístico, los pupilos de Gabi no fueron capaces de lograr la primera victoria de la temporada y el problema empieza a ser de envergadura. El VAR anuló un penalti a favor de los aragoneses y no dio válido un gol fantasma.

Un espeso y deslavazado Real Zaragoza, que no logra tomar cuerpo como equipo tras más de un mes de liga, se ha atascado peligrosamente en la zona baja de la tabla (19º, en puesto de descenso) al no poder superar a un Albacete que es y ha parecido peor incluso que él. El 0-0 final en el partido de este lunes define la inoperancia de ambos. Gabi Fernández, en entrenador local, tiene un asunto entre manos cargado de dinamita.

Un suplicio fue la primera parte. Un partido plano jugado a ritmo de solteros contra casados, al trantrán, con los jugadores parados en infinidad de combinaciones, cual mesa de futbolín. Igual los zaragocistas que los albaceteños. Tal para cual. Ambos equipos mostraron desde el primer instante y hasta el intermedio su condición de miembros del pelotón de los más torpes en este inicio de temporada. Ciertamente, costó en muchas fases de los primeros 45 minutos mantener la concentración en el juego. La mente se evadía a otras cosas desde el puesto de espectador u observador. O sea, nulo enganche, ninguna seducción plástica sobre el césped.

La libreta de anotaciones, por supuesto, llegó al ecuador de la noche de lunes casi sin apuntes. Cuatro jugadas fueron dignas de mención. Y eso, con alguna benevolencia. Como dato que puede leerse incluso positivamente, el Real Zaragoza fue mejor que el Albacete. O expresado más certeramente, el Albacete fue incluso peor que el Real Zaragoza. El tostón fue de órdago a la grande. Y también a la chica. Sin embargo, en acciones válidas, en las que no hubiera fuera de juego, la mejor opción de gol la tuvo el cuadro manchego, en su única llegada potable al área de Adrián Rodríguez, al que Gabi le dio un nuevo partido sin hacer debutar al veterano argentino Andrada. Fue en el minuto 15 y la desperdició Neva en un remate fallido a bocajarro tras el pase de la muerte en el área de Morcillo, que había aprovechado un agujero atrás de Francho, de nuevo titular y de nuevo en su rol postizo de lateral diestro (Gabi dejó fuera a Juan Sebastián por primera vez). Neva no contactó bien con la pelota, medio cayéndose, y eso evitó el 0-1 que parecía cantado.

Antes, en el minuto 8, Francho había ejecutado el primer y único chut a puerta del Zaragoza en toda la primera mitad, desde 30 metros, en la zona del pico del área grande, encontrándose con una buena parada abajo de Lizoain (el técnico albaceteño se pulió al titular Mariño tras la sangría de goles que precedía al Albacete, 13 en 4 jornadas). Fueron dos fogonazos, uno por bando, en esa fase inicial con todos los jugadores frescos y con afán por hacer algo bueno. Al no salir nada con éxito, el choque se metió por un sendero de espesura y sombras que acabó por ser infumable. Faltas, errores no forzados, pases defectuosos a fuera de banda, abuso de apoyos atrás del todo, con los centrales y porteros. Aburridísimo.

Hasta el minuto 30 el teatro silencioso que durante demasiadas fases del juego parece el Ibercaja Estadio no volvió a tener resorte alguno para emocionarse. Se pitó un penalti a favor del Real Zaragoza en una mano de Pepe Sánchez en un pase de Dani Gómez en el área albaceteña en busca de Kenan Kodro, su novedoso compañero de fatigas en punta esta vez. El vasco Palencia Caballero vio pena máxima en la hierba, pero el catalán Ávalos Barrera en el VAR, por la tele, lo rectificó. El brazo del defensor manchego estaba pegado, atrás del cuerpo y no ocupaba espacio de beneficio. La ocasión del 1-0 desde los once metros se desvaneció y sirvió para enardecer un rato a la grada. Duró poco la bronca.

Y antes del refrigerio, en el 41, Dani Gómez, que tuvo una noche obtusa en varios balones en los que debió sacar más provecho en el área en velocidad, encaró al zaragozano Vallejo, que volvió a su casa en las filas del Albacete, y su disparo en el área chica se le marchó cruzado, con el efecto justo al revés del necesario, fuera, fatal. Y nada más. Ni revisando el vídeo de aquí al jueves se puede echar en falta una reseña más. ¿A qué juega el Real Zaragoza?, es la pregunta clave de todo esto. Porque esta vez, en frente, estaba el rival que más goles había recibido en las cuatro primeras fechas, hasta 13, una verbena defensiva. Y el Zaragoza no le hizo ni cosquillas. Tremendo. Terrible sensación de incapacidades.

El segundo tiempo empezó con dos cambios, uno por bando. Gabi sentó a Guti, apagadísimo, y metió a Keidi Bare para que se estrenara este año tras su enésima lesión. Los rivales cambiaron al amonestado Pepe Sánchez por Moreno. El Real Zaragoza quiso arrancar su motor con más revoluciones y tuvo cinco minutos de presión arriba con cierto énfasis. En ellos, el único rédito fue una falta al borde del área que lanzó Paulino en el 49 con una buena rosca que se marchó fuera por centímetros, pegándose el portero Lizoain un golpetazo con el poste en su cobertura. Enseguida, el Albacete se quitó de encima esa sensación volátil de agobio. Solo que los del Carlos Belmonte siguieron demostrando su pésimo estado de juego, con fallos garrafales en pases sencillos. Por ese lado, el zaragocismo sufría poco. El rival no era de enjundia, ni ‘a priori’, ni una vez visto el partido.

Paul Akoukou, el eje zaragocista en la medular, intentaba cosas, pero siempre estuvo solo, sin acompañamiento alguno. Las bandas, con Moyano y Paulino, de nuevo muy esbafadas. El juego directo sobre las carreras de Dani Gómez fue cada vez más el recurso único buscado, con asistencias larguísimas de Saidu sobre todo. El Albacete tuvo un par de desahogos ofensivos en forma de córneres que llevaron algún nervio a la defensa zaragocista, con Saidu activo por alto.

Se volvió a vivir una fase valle entre la nada. Con fútbol de muy baja estofa, con varios cambios en ambos equipos. Gabi metió a Valery y Soberón a falta de media hora en vez del desvanecido Paulino y de Kodro. Y de ese nuevo desierto futbolístico se salió, como en la primera parte con el penalti abortado vía VAR, con un gol fantasma a favor del Real Zaragoza que tuvo el partido parado largo tiempo. Insua cabeceó en el 69 un centro de Moyano tras un córner en corto y el balón lo sacó en un paradón Lizoain… pero con la pelota más que probablemente dentro por completo a media altura. La duda del VAR esta vez fue morrocotuda. ¿Pegó en Saidu el remate de Insua y, por ello, era fuera de juego? ¿Si no pegó y ese orsay no cabía, el balón entró entero o no? Al final, en Las Rozas, vieron esto último. En el minuto 75, seis después de detenerse el choque, llegó otro rejonazo a la alegría zaragocista en una noche de tantas escaseces. El 1-0 no subió al marcador. La cibernética estaba de que no.

El Albacete se asustó más de lo que ya se sentía. Vio volar el puntito al que aspiraba según pasaba la noche al ver al Zaragoza tan obturado. Y dio dos pasos más hacia atrás. Gabi incrustó a Sans a falta de 10 minutos en el ataque y pronto metió a Juan Sebastián al abordaje por la banda izquierda en vez del gris Pomares. En el 81, en el primer balón de Sans, su centro le cayó a placer en el segundo palo del área a Francho, que decidió rematar con el exterior cuando el gol lo tenía a mano, y el balón se le fue alto, fatal. La mejor oportunidad de toda la velada. Que tuvo su redundancia en el 83, con Francho otra vez como negado protagonista. La defensa albaceteña le regaló el balón a placer otra vez, no tiró él esta vez, pensó en asistir a Dani Gómez para que la empujase bajo palos… pero su centro fue con la potencia de un disparo de Cristiano Ronaldo, a 130 kilómetros por hora. Imposible de alcanzar por nadie. Una negación. Se estaban esfumando las vías del triunfo con estos marros
 
Y así fue. Lo que vino de ahí al final fue la exaltación del querer y no poder. Centros al área a la desesperada, sin ton ni son, patadones a la pelota sin sentido cabal. El Real Zaragoza dejó escapar vivo al rival más flojo de los últimos tiempos, al más goleado en lo que va de torneo. Y las sensaciones globales fueron de honda preocupación. Gabi no logra arrancar la nave. Se le ha encallado con muy mala pinta y mal color en lo más bajo de la clasificación, 3 puntos de 15, con solo 3 goles anotados en 5 partidos. El Zaragoza es un ectoplasma. Conviene preocuparse, como tantas otras veces. Estamos en las mismas. La noria de Segunda no deja de girar desde 2013, por momentos -como este-con muy mala vibraciones 

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